El excampeón Floyd Mayweather es acusado de fraude por vender supuestas reuniones con Elon Musk a cambio de dinero y relojes de lujo.
En el ring, Floyd Mayweather Jr. nunca conoció la derrota. Su récord invicto es una muralla que ningún rival pudo derribar. Pero ahora, lejos de los guantes, el campeón libra por libra se encuentra contra las cuerdas en un escenario distinto: un tribunal de Miami, donde enfrenta una demanda de 4 millones de dólares que lo exhibe en un episodio tan extravagante como turbio.
De acuerdo con documentos judiciales, Mayweather habría ofrecido acceso privilegiado a su “amigo” Elon Musk, nada menos que el hombre más rico del planeta. La promesa: videollamadas, mensajes y reuniones digitales con el magnate de Tesla.
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— Floyd Mayweather (@FloydMayweather) September 5, 2025
El comprador: Jayson Winer, un empresario del tequila y artista digital conocido como Mr. Black.
La historia parece de película: relojes de lujo entregados en efectivo a un supuesto guardia de seguridad, capturas de pantalla que resultaron ser falsas y un acuerdo que jamás se concretó. El resultado: una acusación de fraude contra Mayweather y su socio inmobiliario Jona Rechnitz, un personaje con un historial judicial marcado por la corrupción y la estafa.
Los documentos judiciales indican que una persona que decía ser el guardia de seguridad de Mayweather fue a la casa de Winer en Miami y recogió los relojes y el dinero en efectivo, pero nunca se realizó ninguna videollamada.
Una amistad con Musk que nunca existió
El argumento de venta de Mayweather era simple de acuerdo a lo relatado. Él y Musk habían estrechado lazos después de que el excampeón ayudara al dueño de Tesla a entrenar para aquella nunca concretada “pelea en jaula” contra Mark Zuckerberg. Incluso, Mayweather presumía su cercanía con el multimillonario, describiéndolo como “mi hombre”, mientras Musk coqueteaba públicamente con la política, apoyando a Donald Trump.
El problema es que, según la demanda, Elon Musk jamás supo de esas promesas. El boxeador, dicen los documentos, utilizó la desesperación de Winer, quien veía cómo su cuenta en X sufría de baja visibilidad justo cuando intentaba subastar más de 21 mil piezas digitales. Ese vacío fue el terreno fértil donde creció la presunta estafa.
Jona Rechnitz no es un desconocido en las páginas judiciales. Se declaró culpable en 2016 por conspiración para cometer fraude y fue testigo clave en casos de corrupción en Nueva York. Desde entonces, ha sido la mano derecha de Mayweather en su aventura inmobiliaria con la firma Vada Properties.
Cuando se le preguntó por el historial de su socio, el boxeador respondió con una lealtad que hoy lo persigue:
“Jona es mi amigo. Sea cual sea su caso, lo manejó como un hombre, y seguiremos trabajando juntos”.
Mayweather peleará con Tyson
Como si el drama legal no fuera suficiente, Mayweather tiene en el horizonte otro espectáculo: su anunciada pelea de exhibición contra Mike Tyson. El combate, que busca capitalizar la nostalgia de dos nombres inmortales del boxeo, promete acaparar reflectores.
Por Excelsior