La celebración convirtió al centro de la ciudad en un punto de encuentro familiar
Monserrat Rodarte
La Prensa
RAMOS ARIZPE, COAHUILA.- Ramos Arizpe amaneció este miércoles 10 de septiembre vestido de fiesta. Desde muy temprano, la iglesia de San Nicolás de Tolentino abrió sus puertas para recibir a decenas de feligreses que acudieron a dar gracias al santo patrono del municipio.
El sonido del mariachi fue el marco perfecto para las primeras mañanitas dedicadas al santo, conocido por su intercesión a favor de los más necesitados.
Mientras a las afueras del templo, el fervor se mezcló con el sabor, pues una familia, en cumplimiento de una manda, ofreció pozole caliente a los asistentes. Aunque prefirieron mantener en secreto el milagro recibido, compartieron que este gesto es parte del profundo agradecimiento que le guardan a su protector espiritual.
La celebración convirtió al centro de la ciudad en un punto de encuentro familiar. Las calles cercanas permanecieron cerradas para dar espacio a la verbena popular, donde los ramosarizpenses disfrutaron de música, antojitos y la convivencia comunitaria que año con año da vida a la fiesta patronal.
Los más pequeños también tuvieron su espacio, entre juegos mecánicos, globos de colores y el dulce aroma de algodón de azúcar que impregnaba el ambiente. El bullicio infantil, acompañado del ir y venir de familias completas, hizo de la jornada una experiencia festiva cargada de tradición.
Conforme avanzaba el día, la fe se hacía presente en cada rincón: desde quienes encendían veladoras en silencio dentro del templo, hasta quienes participaban en cantos, recordando que San Nicolás de Tolentino no solo es símbolo religioso, sino también punto de unión e identidad para todo Ramos Arizpe.
Más que una tradición, la festividad de San Nicolás de Tolentino se reafirmó una vez más como un día de fe, alegría y unión para los habitantes de Ramos Arizpe.