Identificado como Pedro “N” perdió varios miles de pesos tras invertir en acciones petroleras y bienes raíces en la plataforma fraudulenta conocida como XMR markets
Alonso Crisante
LA PRENSA
NUEVA ROSITA, COAHUILA. – Un habitante de Nueva Rosita que identificó como Pedro “N.” acudió a la agencia del Ministerio Público con destacamento en San Juan de Sabinas para solicitar orientación tras ser víctima, dice, de un presunto fraude cometido a través de una página web de inversiones que opera bajo el nombre XMR markets.
Según el relato consignado por el afectado, Pedro “N.” inició su participación en la plataforma con una inversión de 1,000 dólares en supuestas acciones petroleras y bienes raíces vinculadas, principalmente, al golfo Arábigo. Al principio la plataforma mostró un crecimiento lento de su capital; sin embargo, cuando intentó retirar las utilidades el sistema no autorizó la transacción.
La víctima explicó que existía un asesor en línea encargado de validar los movimientos y las transacciones. Tras varios reclamos, el asesor autorizó una devolución, pero la cantidad liberada resultó ser menor a la que el propio sistema había mostrado como disponible. Posteriormente, cuando Pedro decidió cancelar su inversión, recibió una llamada anónima de quien se presentó como un agente financiero que ofrecía gestionar una demanda contra la empresa para recuperar el resto del dinero. Al aceptar dicha gestión, Pedro “N.” fue víctima de una segunda estafa y perdió una suma adicional que las autoridades describen como “considerable”.
La empresa implicada, XMR markets, aparece con presencia en internet y declara una dirección fiscal en Miami, Florida, según el cronista del caso. Pedro “N.” relató que su capital y las supuestas ganancias estaban denominadas en dólares, pero que, al final, el perjuicio económico fue cuantificado por él en “varios miles de pesos”.
Tras los hechos, el afectado se presentó ante el Ministerio Público de San Juan de Sabinas para recibir orientación sobre cómo proceder y evaluar la presentación de una denuncia formal. Además manifestó su intención de buscar apoyo de la policía cibernética con la esperanza de recuperar al menos una parte de los recursos sustraídos.
De acuerdo con la descripción de la víctima, el fraude incluyó por lo menos tres componentes: bloqueo o negativa del sistema para autorizar retiros; devoluciones parciales inferiores a lo registrado; y la utilización de llamadas o mensajes de supuestos “asesores” o “agentes financieros” que, supuestamente, ofrecían soluciones a cambio de más dinero, lo que configuró una segunda estafa.