A una adulta mayor le asignaron un préstamo por 210 mil pesos
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
Además de la escasez de dinero que enfrentan múltiples familias, su situación empeoró con fraudes financieros de BanCoppel y Falabella de Soriana que les sembraron préstamos porque nunca lo solicitaron, pero que les fabricaron con robo de datos personales.
En BanCoppel, explicó Griselda Arreguin, orientadora en conflictos financieros, “están montando préstamos no solicitados, los depositan a su cuenta bancaria posteriormente llaman al cliente de tienda Coppel para informarle que le depositaron el crédito”.
Los clientes de tienda Coppel, añadió, “le dicen al ejecutivo de BanCoppel que jamás pidieron préstamo, entonces les piden que reembolsen el dinero desde la aplicación del comercio proporcionándole un número de cuenta, pero resulta que corresponde a un negocio de compra de dólares”.
Aseguró que hay recursos legales desahogados ante la Condusef que sugirió recurrir también ante la Profeco y otras autoridades como el Instituto Nacional de Acceso a la Información porque hay faltas graves por tienda Coppel y BanCoppel al violar la Ley Federal de Protección de Datos Personales”.
Destacó por otro lado, que Falabella propiedad de Soriana, le montó un préstamo de 210 mil pesos a Josefina “N” una persona de la Tercera Edad que un mes previo al presunto fraude ya había cancelado la tarjeta de crédito de ese negocio luego que terminó de pagar y dejar su cuenta en ceros lo que permitió darla de baja correctamente.
Estimó que podrían ser empleados de esos negocios los que cometen las estafas porque tienen la base de datos, indicó que desde el momento en que una persona entrega copia de su credencial para votar a una casa financiera o negocios similares ya es vulnerable a que le fabriquen un préstamo o compras no realizadas.
Externó la asesora en este tipo de problemas que también han sido receptores de quejas contra las casas financieras Exitus, Dimex, Préstamo Feliz, “pero hay otros negocios que se anuncian en redes sociales que hasta tienen el descaro de pedir al interesado que primero aporten diversas sumas de dinero antes de liberarles el crédito”.
En cierta ocasión, puntualizó Arreguin, “hubo una persona a la cual una casa financiera le pidió que primero entregara algunas cantidades de dinero para obtener el préstamo, ni cuenta se había dado que ya les había entregado 25 mil pesos pero sin ningún resultado para obtener 35 mil pesos”.