El camión iba sin pasajeros y afortunadamente el conductor resultó ileso
Manolo Acosta
LA PRENSA
Un operador de autobús se quedó dormido y terminó volcado a un costado de la carretera federal 53, durante la madrugada de ayer.
Erik Daniel Velázquez, de 43 años de edad, salió de Piedras Negras en su primer viaje de la noche rumbo a Monterrey.
La unidad, un autobús de la línea Futura, color blanco con morado y número económico 9071, terminó con daños severos tras el violento accidente ocurrido.
El reloj avanzaba con calma hasta que, a la altura del kilómetro ciento veinticinco, cerca del ejido Los Lirios, el sueño venció al operador.
El vehículo se salió hacia el costado derecho, quedando recostado sobre la tierra húmeda, como un gigante metálico caído que descansaba después de la lucha.
El golpe despertó a Erik Daniel, quien logró salir por su propio pie, sorprendido de encontrarse con vida, mientras observaba la escena devastada.
Elementos de la Guardia Nacional, división caminos, acudieron al sitio para realizar las diligencias correspondientes, resguardando la zona y levantando el reporte oficial del siniestro.
Mientras tanto, paramédicos de Cruz Roja revisaron al conductor, quien presentó golpes leves y no requirió hospitalización, quedando bajo observación tras el aparatoso accidente.
Las autoridades confirmaron que, afortunadamente, el autobús no transportaba pasajeros al momento del percance, lo que evitó que la madrugada se tiñera de una tragedia mayor.
Sin embargo, el vehículo quedó reducido a chatarra retorcida, símbolo de segundos implacables, y de un descuido que pudo terminar con historias ajenas convertidas en lamento.
La carretera amaneció con huellas de neumáticos marcadas en la superficie, recordatorio de que la fatiga cobra factura silenciosa en caminos largos, solitarios y traicioneros.
Erik Daniel sobrevivió al accidente, pero su mirada perdida revelaba nostalgia: no todos los días un operador enfrenta al sueño, y gana otra oportunidad.