CASTAÑOS RECONOCE EL LEGADO DE SERVICIO DE “MEME”
Sirenas que una vez anunciaron su llegada en emergencias, ahora rindieron homenaje a Jesús Emmanuel Ponce Hernández, el rescatista voluntario que perdió la vida en un trágico accidente de motocicleta
Fabiola Sánchez
LA PRENSA
CASTAÑOS, COAHUILA. – Las sirenas que tantas veces acompañaron a Jesús Emmanuel Ponce Hernández en su labor voluntaria, esta vez sonaron con un propósito distinto: rendirle homenaje en su último adiós “Meme”, como todos lo conocían, fue despedido entre lágrimas, aplausos y una guardia de honor, luego de perder la vida en un trágico accidente de motocicleta que dejó enlutada a su familia y a toda la comunidad de Castaños.
El velorio se convirtió en un espacio de dolor y gratitud, familiares, amigos y vecinos acudieron para acompañar a sus hijos y a sus padres, quienes recibieron muestras de cariño y solidaridad en medio del duelo.
La tarde de ayer, el cortejo fúnebre recorrió las calles rumbo al panteón El Carmen, donde fue sepultado con honores mientras las sirenas de las unidades de emergencia anunciaban la partida de uno de los suyos.
“Meme” fue recordado como un hombre que hizo del servicio su misión de vida, su exesposa, Argenis Hernández, madre de dos de sus hijos, lo describió como alguien que jamás dudaba en ayudar.
“Desde que lo conocí siempre fue servicial, podía dejar lo que estuviera haciendo para auxiliar a quien lo necesitara, no necesitaba que se lo pidieran, él mismo lo sentía como su deber, eso lo definía: su pasión por ayudar”, expresó conmovida.
Más allá de su entrega como bombero voluntario, Argenis resaltó la nobleza con la que vivió.
“Era un padre amoroso, una persona de buen corazón, siempre dispuesto a estar con sus hijos y con la comunidad, él no pensaba en sí mismo, pensaba en los demás, y por eso todos lo recuerdan con cariño”, añadió.
En el sepelio, compañeros de distintas corporaciones de auxilio montaron guardias y rindieron tributo al joven que dedicó gran parte de su vida a servir de manera desinteresada.
Flores, oraciones y aplausos se mezclaron con el ulular de las sirenas, en un homenaje cargado de respeto y gratitud hacia quien, sin buscar reconocimientos, dejó un ejemplo imborrable.
FAMILIA PIDE CLARIDAD Y JUSTICIA POR LA MUERTE DE “MEME”.
Pero junto al dolor, persiste la incertidumbre, la familia señaló que hasta ahora no ha recibido información clara por parte de la Fiscalía sobre las circunstancias del accidente.
Dio a conocer su familia que, las versiones cambiantes y la falta de claridad sobre posibles detenidos han dejado más preguntas que respuestas, aumentando la frustración y el sentimiento de impotencia entre sus seres queridos.
Comentaron que, pese a contar con el respaldo legal la autoridad encargada de investigar y deslindar responsabilidades no ha sido clara, ni ha mostrado pruebas que determine si era el o no el responsable del accidente, mientras que la familia en medio del dolor se mantiene indignados.
La tragedia
Como oportunamente informó LA PRENSA, la mañana de este domingo, la motocicleta de José Manuel Ponce Hernández, bombero y rescatista, impactó contra un automóvil a gran velocidad a la altura de la colonia Pemex, arrebatando la vida a quien dedicó su vida a salvar a otros como integrante de Águilas Doradas, se apagó de manera abrupta, dejando un vacío imposible de llenar.
José Emmanuel, salió sobre dos ruedas acompañado de los adolescentes Juan Luis, de diecisiete años, y Katia Esmeralda, de quince.
Circulaban sobre la calle Progreso, con dirección hacia el sur, llevando consigo risas y confianza, sin imaginar que aquel trayecto cotidiano se convertiría en despedida eterna.
El reloj marcaba las siete de la mañana cuando la motocicleta llegó al cruce con la carretera treinta, donde el destino aguardaba con severidad implacable.
La diligencia preliminar señaló que José Manuel no respetó la luz roja, y en segundos todo cambió, arrastrando a tres vidas hacia el pavimento.
Un sedán en color rojo circulaba rumbo al poniente, su conductor declaró no haber tenido oportunidad de detenerse, el impacto fue inevitable, brutal y demoledor.
El choque proyectó violentamente a los tres tripulantes de la motocicleta, quienes cayeron sobre el asfalto, entre gritos de auxilio y el eco de sirenas.
Paramédicos de Protección Civil y Cruz Roja llegaron al lugar, atendieron con premura a los jóvenes y al bombero, cuya respiración se apagaba lentamente.
Fueron trasladados al hospital Amparo Pape en Monclova, donde minutos más tarde los médicos confirmaron lo irremediable: el rescatista que ayudó a tantos, ya no volvería.