LA IGLESIA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS INICIÓ FESTEJOS DE SU SANTO PATRONO RECORDANDO SU PROTECCIÓN POR LOS ANIMALES
Por Iván Villarreal
La Prensa
En un ambiente de alegría y devoción, cientos de monclovenses acudieron este sábado a la Parroquia San Francisco de Asís, en la colonia El Pueblo, para participar en la tradicional bendición de mascotas por el Día Mundial de los Animales. Bajo un clima soleado y agradable, perros, gatos, loros, tortugas y hasta conejitos recibieron la bendición papal, mientras familias enteras compartían testimonios de cómo estas “criaturas benditas” se han convertido en pilares de sus hogares. El evento, que combina fe católica con acciones comunitarias de bienestar animal, reunió a autoridades eclesiásticas, voluntarios y residentes en una celebración que ya es un arraigado ritual local.
UNA BENDICIÓN MILENARIA
La ceremonia, oficiada por representantes de la parroquia, rememora la vida de San Francisco de Asís, patrono de la ecología y protector de los animales. “San Francisco siempre alababa y bendecía a las criaturas”, explicó Fray Octavio Brambila, párroco de la parroquia de San Francisco de Asís. “Año con año, el 4 de octubre, hacemos esta bendición. Es una tradición que él tenía: alabar a Dios a través del hermano Sol, la hermana Luna y todas las criaturas que nos regalan para recordarnos su amor”.
La liturgia incluyó oraciones específicas por los animales, destacando su rol en la creación divina. “Dios que es admirable en todas sus obras… Los animales creados por Dios habitan en el cielo, la tierra y el mar, y comparten la vida del hombre con todas sus vicisitudes”, se invocó durante la segunda bendición del día. Se narraron pasajes bíblicos como el arca de Noé, el pez que salvó a Jonás o los cuervos que alimentaron a Elías, enfatizando cómo las criaturas participan en la redención humana.
Un momento emotivo fue la recitación de la bendición original de San Francisco a su hermano León, adaptada para el público: “Que el Señor les bendiga y les guarde… Les muestre su rostro y tenga misericordia de ustedes”. Al final, el sacerdote extendió la bendición a las mascotas y sus familias: “Bendito sea, Señor, que creaste a los animales y los pusiste bajo nuestro dominio para que nos ayudaran en nuestro trabajo”.
ACTO DE SALUD Y RESPONSABILIDAD
El evento trascendió lo espiritual con una dimensión práctica de cuidado animal. Voluntarios de la fundación Huellitas en Acción, liderados por el regidor Martín Gómez, instalaron módulos para distribuir más de 80 kilos de croquetas para gatos y perros, desparasitantes y químicos antipulgas. “Estamos aquí desde hace 12 años, aprovechando que todos vienen a recibir la bendición para llevarse algo de salud para sus mascotas”, detalló Gómez. “La idea es que estén todos los perritos en las mejores condiciones”.
Esta iniciativa, que se realiza anualmente en la parroquia, responde a la creciente conciencia sobre el bienestar animal en Monclova. Familias formaron largas filas no solo para la bendición, sino para acceder a estos servicios gratuitos, que incluyen atención veterinaria básica y vacunas. “Es parte de las tradiciones arraigadas en nuestro municipio”, resaltó el reportero en transmisión en vivo, mientras se observaban “todo tipo de mascotas: no solo perros y gatos, sino tortuguitas, loritos y demás”.
MASCOTAS COMO FAMILIA
Los asistentes compartieron historias que humanizan el vínculo con sus compañeros de cuatro patas –o plumas–. Para muchas, estas mascotas no son solo animales, sino extensiones de la familia. “Los animales pasan a ser parte de la familia”, confesó una señora anónima, refiriéndose a su perrita que llegó enferma el año pasado y ahora luce saludable tras la bendición y cuidados. “Me hace mucho gusto presentarlos para que nos los bendigan”.
Karina, acompañada de sus cachorritos, describió el rol juguetón de sus mascotas: “Son nuestros compañeros, otros amigos en nuestra casa. Andan haciendo travesuras todo el tiempo”. Un niño, emocionado con su perrito recién bendecido, lo resumió con inocencia: “Es como mi amigo. Jugamos todo el tiempo”.
Jimena, dueña de un lorito llamado Lupe rescatado de la calle hace cuatro años, lo ve como un regalo divino: “La encontré después de pedirla a Dios. Es una bendición doble venir aquí. Platico con ella cuando no tengo con quién, se chifla conmigo, baila y grita de emoción. Tiene su propio idioma”. Doraelia Beltrán relató un hallazgo navideño: “El 25 de diciembre encontramos a este perrito. Mi hijo dijo: ‘Diosito me lo mandó, como el Niño Jesús’. Veníamos de perder a nuestra dogo de Burdeos, y él nos llenó ese vacío. Salió delicado, con diarreas e internamientos, pero ahora come Royal Canin y está precioso”.
Estas anécdotas ilustran un lazo profundo: rescates, sanaciones y alegrías cotidianas que convierten a las mascotas en “criaturas benditas” que alegran hogares y fortalecen la fe.
HACIA UN FUTURO EN ARMONÍA
La bendición culminó con un llamado a la convivencia armónica con la naturaleza. “La bendición es para todas las criaturas: flora, fauna, aves. Lo importante es ver que cualquier animal es una criatura bendecida”, insistió Fray Julio Alberto Muñiz. En un Monclova donde el amor por los animales crece, eventos como este fomentan no solo devoción, sino responsabilidad: esterilizaciones, adopciones y cuidado preventivo.
Para los monclovenses, esta tradición anual es más que un ritual: es un recordatorio de que, en palabras de San Francisco, todas las obras del Señor proclaman su gloria.
