Eran encargados del centro “El Rostro de Jesús”, y debido a los extremos castigos falleció Nicolás Misael Silva en el año 2023
José Moreno
La Prensa
RAMOS ARIZPE, COAHUILA. — Tres integrantes del anexo “El Rostro de Jesús”, ubicado en el parque industrial Santa María, fueron sentenciados a 21 años de prisión por el delito de homicidio calificado con ventaja y brutal ferocidad, dentro de la causa penal 917/2023.
Los sentenciados son Alberto Alejandro Bragado García, director del centro, identificado como “Delta 1”; Roberto Carlos Lobato Cedillo, “Delta 2”; y Juan Manuel Jasso Saavedra, “Delta 4”.
Fueron hallados culpables del homicidio de Nicolás Misael Silva, interno del mismo anexo, quien falleció en febrero de 2023 tras ser agredido por los tres implicados.
De acuerdo con las declaraciones de 12 testigos, la víctima, recién ingresada al centro, fue sometida a una “bienvenida” que consistió en ser desnudado, mojado, sometido a descargas eléctricas y golpeado. Posteriormente fue atado de pies y manos, colgado de un tubo de acero y agredido durante más de una hora.
Los testigos señalaron a los tres acusados, conocidos como “Los Deltas”, como responsables de las agresiones. Indicaron que golpearon a la víctima con un bate de béisbol y una tabla, además de utilizar un dispositivo eléctrico.
El 24 de febrero, durante un evento interno del centro, la víctima fue nuevamente castigada y colgada del mismo tubo, recibiendo golpes hasta perder el conocimiento. Dos días después sufrió otra agresión que le causó lesiones graves.
Al percatarse de que no respondía, los agresores lo trasladaron a la Clínica 33 del IMSS en Ramos Arizpe, donde personal médico reportó que varias personas dejaron el cuerpo en una camilla y se retiraron del lugar.
Peritos y médicos determinaron que presentaba 21 heridas traumáticas y 21 hematomas en diversas partes del cuerpo. La necropsia, practicada por la médico legista María del Consuelo Mares, estableció como causa de muerte una tromboembolia pulmonar secundaria a golpes contusos.
Los acusados deberán cumplir la sentencia de 21 años de prisión y pagar una reparación del daño por 500 mil pesos.
En la misma resolución judicial, Juan Carlos N. y Christian Eduardo N. fueron absueltos al no encontrarse pruebas que acreditaran su participación en los hechos.