Esta hazaña representó un desafío físico y mental único. “Traté de entrenar diferente, cada sesión era un reto, nunca había hecho algo así”
Por Iván Villarreal
La Prensa
A sus 33 años, Ervey Rose Villarreal logró una hazaña sin precedentes en el Medio Maratón 21K de Monclova: completar los 21 kilómetros corriendo hacia atrás. Este reto, que él describe como “una espinita que tenía clavada”, no solo marcó un hito personal, sino que se convirtió en un orgullo para Monclova y su comunidad de corredores.
“Son muy pocas las personas que han podido lograr esto. Es un logro para Monclova y para todos sus corredores”, expresó Ervey, visiblemente emocionado tras cruzar la meta.
El significado de esta proeza va más allá de la distancia. Para Ervey, correr hacia atrás representó un desafío físico y mental único. “Traté de entrenar diferente, cada sesión era un reto. Nunca había hecho algo así”, confesó.
Su preparación innovadora y su determinación lo llevaron a conquistar esta carrera de una manera que pocos se atreverían a intentar. “Hacerlo en Monclova, mi ciudad, le da un valor especial”, añadió, destacando el orgullo de lograrlo en su tierra natal.
Con la mirada puesta en nuevos horizontes, Ervey no descarta enfrentarse a retos aún mayores, como un maratón completo, aunque reconoce que podría implicar salir de Monclova. “¿Por qué no? Podríamos ir a Guadalajara o a otros lugares”, dijo con entusiasmo. Sin embargo, esta carrera tuvo un propósito aún más profundo: fue dedicada a su madre y a su hermano, quien lo introdujo al mundo del running. “Ellos son mi inspiración”, afirmó.
Correr 21 kilómetros hacia atrás en el 21K de Monclova no fue solo una demostración de resistencia y originalidad para Ervey Rose Villarreal, sino un tributo conmovedor a su familia y una prueba de que los límites están para romperse. Su hazaña quedará grabada en la memoria de Monclova como un ejemplo de valentía y pasión por el deporte.