El propietario de un negocio de lavado de autos se enteró que Renato Alberto le mintió cuando le dijo que era chiapaneco
Alexis Massieu
La Prensa
Cuatro años de prisión son los que se le impusieron el día de ayer como condena, a un hondureño que usando una botella quebrada como arma, dejó tuerto a quien lo había despedido de su trabajo como lava-carros, por mentir diciendo que era chiapaneco y no centroamericano buscando una mejor vida en el vecino país del norte.
Se trata de Renato Alberto Ruiz, alias “El Negro”, quien decidió admitir su culpa a cambio de una importante reducción en su condena, lo cual le permitirá purgar la pena estando en libertad, con la condición de pagar una reparación del daño por 600 mil pesos al afectado, esto mediante mensualidades de 10 mil pesos.
Fue gracias a un par de abogados, vecinos del Estado de Nuevo León, que el día de ayer, previo al pago de una multa de 4 mil 300 pesos, podría recuperar su libertad, para ponerse a trabajar de inmediato, empleo que sus benefactores le consiguieron, aparentemente tras dársele aviso a la embajada de Honduras, y que estos decidieron confiar en él.
Como se recordará, fue el pasado 16 de mayo del 2024, cuando el centroamericano esperó a la víctima afuera de su departamento de la calle Melchor Múzquiz, en la Zona Centro de Ciudad Frontera, para vengarse.
Eran aproximadamente las 20:00 horas cuando al llegar a su casa, la víctima de nombre Gabriel, vio a Renato Alberto de pie sobre las escaleras que conducían a la puerta principal, llevando una botella quebrada en la mano izquierda.
“Ahora sí valiste madre”, le gritó Renato, y se le fue a golpes al afectado, lanzándole puñetazos y patadas, haciéndole un corte con la botella, que subió desde la quijada hasta el ojo derecho, donde le dejó incrustado un pedazo de vidrio.
Ni Julio Cesar, o Juan Manuel, quienes acompañaban a la víctima y fueron testigos, alcanzaron a reaccionar para repeler la agresión de Renato a la víctima, o detenerlo cuando emprendió la huida.
Debido a la gravedad de la lesión, Gabriel fue llevado rápidamente a la Clínica de Especialidades, y de ahí trasladado a Monterrey, Nuevo León, para recibir atención especializada por parte de médicos que terminarían certificando la pérdida total de la visión en su ojo derecho.
Al presentar la denuncia, la víctima le contó al Ministerio Público, que Renato Alberto lo agredió porque lo había despedido de su trabajo en el autolavado, cuando supo que había mentido y que no era chiapaneco, sino que estaba internado de manera ilegal en el país.
Al día de ayer el centroamericano ya tenía poco más de un año internado en el penal de la Ciudad de Saltillo, a donde ingresó el 28 de mayo del año pasado tras dictársele el auto de vinculación a proceso.
RENATO ALBERTO
Renato Alberto, de 23 años de edad llegó a la Región Centro de Coahuila en su búsqueda del sueño americano, sin embargo, se asentó en la localidad al encontrar un empleo en un auto lavado, para juntar algo de dinero y continuar su viaje.
Ya tenía 5 meses en Ciudad Frontera cuando ocurrió el lamentable incidente que lo llevó a ser acusado del delito de lesiones y ser enviado a un centro penitenciario.
Según las redes sociales, con una fotografía del año 2018, en su tierra natal, Renato Alberto durante la adolescencia fue un destacado deportista, sin embargo; la difícil situación que se está viviendo en aquel país, lo orilló a buscar un mejor futuro en Estados Unidos de América.