El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, se reunió con el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla y productores de limón en Apatzingán para fortalecer las acciones conjuntas contra la extorsión y el cobro de piso, esto tras asesinato de líder limonero
Por Staff/Agencia Reforma
La Prensa
CIUDAD DE MÉXICO.- Tras el asesinato del dirigente Bernardo Bravo Manríquez, líder de los citricultores del valle de Apatzingán, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, encabezó este martes una reunión con el gobernador de Michoacán Alfredo Ramírez Bedolla y productores de limón.
El encuentro se llevó a cabo con presencia de un millar de efectivos en las instalaciones de la 43 Zona Militar, en Apatzingán, afirmaron fuentes de seguridad.
Participaron además el General, Ricardo Trevilla Trejo, Secretario de la Defensa; del Fiscal estatal Carlos Torres Piña; del Secretario de Seguridad Pública de Michoacán, Juan Carlos Oseguera, y mandos de la Guardia Nacional y de la Secretaría de Marina.
“Por instrucciones de la Presidenta @Claudiashein, con el General Secretario Ricardo Trevilla titular de @Defensamx1 nos reunimos con productores de limón, el gobernador @ARBedolla y otras autoridades locales, en Apatzingán, Michoacán, para escuchar sus inquietudes y fortalecer las acciones conjuntas frente a los delitos de extorsión y cobro de piso. Se reforzarán las operaciones conjuntas del @GabSeguridadMX , @FiscaliaMich y @SSeguridad_Mich, así como las acciones de investigación e inteligencia para proteger al sector productivo y detener a quienes amenacen la paz de Michoacán. El homicidio de Bernardo Bravo no quedará impune”, posteó García Harfuch.
Los limoneros de Apatzingán, Buenavista y Tepalcatepec han denunciado por años el control del crimen organizado sobre el comercio del fruto, mediante el cobro de piso, secuestros y amenazas.
El homicidio de Bravo Manríquez, ocurrido el 20 de octubre, desató la indignación del gremio y el llamado urgente de los productores para exigir la presencia de autoridades federales.
El presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán fue interceptado y asesinado mientras viajaba en su vehículo.
Antes de su muerte había encabezado gestiones para denunciar la presión criminal sobre el sector y había pedido públicamente medidas de protección.
La Fiscalía estatal investiga sus últimas comunicaciones y desplazamientos, pues el dirigente habría recibido llamadas intimidatorias los días previos al ataque.
Durante la mesa, se acordó reforzar la presencia de fuerzas federales en los municipios con mayor incidencia delictiva y establecer un canal directo de comunicación con las asociaciones de productores para facilitar denuncias y coordinar operativos.
El Gobernador Ramírez Bedolla insistió en la recuperación de la seguridad en la región, añadieron.
Fuentes estatales comentaron que también se discutieron estrategias de inteligencia financiera para ubicar el flujo de dinero de las redes de cobro de piso, así como mecanismos de protección y acompañamiento a víctimas que decidan denunciar.
Afuera del cuartel militar, decenas de limoneros esperaron los resultados del encuentro con la esperanza de un cambio.
“Llevamos años pagando cuotas al crimen. Si no lo haces, te matan o te queman el rancho. Queremos volver a trabajar sin miedo”, dijo uno de los productores a REFORMA.
“Los verdaderos limoneros no fuimos invitados”, advirtió uno de ellos.
El valle de Apatzingán produce alrededor del 25 por ciento del limón mexicano, pero enfrenta desde hace más de una década la disputa entre grupos criminales como Los Viagras, el Cártel Jalisco Nueva Generación y remanentes de Los Templarios, que utilizan el control del comercio y transporte del fruto como fuente de financiamiento.