Desde hace 8 años, Monserrath Guerrero ha visitado la sepultura de quien para ella fue como su madre
Oscar Ballesteros
La Prensa
Con la idea de estar más conectada con su difunta abuela, por 8 años consecutivos, Monserrath Guerrero ha visitado la sepultura de quien para ella fue como su madre -la mejor madre, refiere- caracterizada de catrina; la vestimenta para ella es un puente de conexión entre 2 planos, por lo que durante el “Día de Muertos” siente mayor cercanía con su ser querido.
“Llevo 8 años seguidos de venir a adornar su tumba y pues, vengo vestida, es para sentirme conectada con ella, yo sé que ella está en otro mundo y yo aquí en este y quizá vistiéndome esté más cerca de ella (…) era como mi madre, siempre me crie con ella, fue mi plan a seguir, fue la mejor madre que pude haber tenido, desde que se me fue he venido y así siento que tengo conexión con ella” refirió.
Fue precisamente hace 8 años que su abuela, Rosa Guerrero partió de este plano a los 65 años de edad, y desde el primer momento, a sus 17 años, empezó con esta tradición de acudir con el maquillaje y vestuario de catrina a realizar las labores de mantenimiento a la sepultura de la que fue su madre, de acuerdo con sus recuerdos.
“Ella me dio la gran infancia que todo joven hubiera querido tener, no había Día del Niño que no me llevara a disfrutarlo, mi cumpleaños, siempre me hacía las mejores fiestas, me hacía todo, fue la mejor mamá de este mundo” precisó acerca de su abuelita a quien nuevamente visitó en su recinto de reposo.