Personal médico del Hospital General Amparo Pape activó protocolos de urgencia para atender a la bebé que se ahogó en una tina en Frontera
Por Iván Villarreal
La Prensa
En una carrera contra el tiempo, el equipo médico del Hospital General Amparo Pape de Benavides hizo todo lo humanamente posible para salvar la vida de la bebé Sarita, que ingresó sin signos vitales, luego de ahogarse en una tina con agua en Frontera.
Aunque la pequeña no logró sobrevivir, el director del nosocomio, Ángel Cruz García, destacó el esfuerzo incansable y coordinado que permitió reanimarlo momentáneamente y darle una oportunidad de lucha.
“Desde el primer aviso telefónico del doctor Leija, director de Salud de Frontera, activamos todo el protocolo. Sabíamos que venía una pacientita en estado crítico, intubado y sin signos de vida”, relató Cruz García.
Gracias a la gran sincronía entre los servicios de salud de Monclova, Frontera, Castaños y San Buenaventura, se preparó de inmediato el área de triage de urgencias de alto impacto.
La menor llegó procedente de la Clínica 9 del IMSS en Frontera, donde el personal médico logró un primer milagro: restablecer el trazo electrocardiográfico tras maniobras de reanimación.
“Llegó sin signos vitales, pero el buen manejo allá le dio una oportunidad”, enfatizó el director.
Al ingresar al Amparo Pape, el equipo completo de alta urgencia estaba listo: Cirujano jefe, Cirujano pediátrico, Anestesiólogo y Personal de choque y urgencias.
“Se hicieron todas las maniobras posibles. Logramos estabilizarla, recuperarla momentáneamente. Estuvo con nosotros, luchando”, detalló Cruz García con voz conmovida.
Pese a la hipoxia cerebral severa —estimada en al menos 10 a 15 minutos sin oxígeno—, el corazón de la pequeña respondió brevemente al esfuerzo conjunto.
“Hicieron todo lo posible. Absolutamente todo”, insistió el director, quien personalmente entrevistó a los padres para conocer cómo ocurrió el accidente: la niña cayó por inercia en una tina con agua y permaneció sumergida alrededor de cinco minutos sin reaccionar al ser rescatado.
Lamentablemente, las lesiones cerebrales fueron irreversibles y la bebé falleció durante la madrugada. Se notificó de inmediato al Ministerio Público para la necropsia legal correspondiente.
“Perdimos la batalla, pero no por falta de lucha. Este equipo dio hasta la última gota de esfuerzo por esa niña”, concluyó Cruz García, al recordar que, en emergencias pediátricas críticas, cada segundo y cada maniobra cuentan.