Francisco Aguilar Coronado falleció a los 82 años; por más de medio siglo fue referente del comercio tradicional y la vida cotidiana del municipio
Por: José Moreno
LA PRENSA
RAMOS ARIZPE, COAHUILA.– A la edad de 82 años, falleció Don Francisco Aguilar Coronado, conocido por generaciones como “Don Pancho”, histórico vendedor de los tradicionales lonches de aguacate y figura entrañable de la vida cotidiana de Ramos Arizpe.
El deceso ocurrió luego de que Don Pancho se desvaneciera sobre el bulevar Jaime Benavides Pompa, frente a la plaza Aeropuerto. Al sitio acudieron elementos de Protección Civil y Bomberos, quienes le brindaron atención prehospitalaria; sin embargo, ya no presentaba signos vitales, por lo que se presume que la causa del fallecimiento fue natural.
Originario de Villa de Arista, San Luis Potosí, Francisco Aguilar llegó a Ramos Arizpe en 1960. Sus primeros años los dedicó al trabajo en la construcción y posteriormente laboró en Monterrey, Nuevo León. A su regreso al municipio se estableció de manera definitiva y abrió una de las primeras tiendas de abarrotes de la ciudad, iniciando así una trayectoria comercial que marcaría a la comunidad.
Junto a su esposa, doña Margarita Cisneros Martínez, formó una familia y sacó adelante a sus cinco hijos, consolidando un negocio que con el paso de los años se transformó en una tradición local. Sus lonches de aguacate, vendidos durante más de cinco décadas en las inmediaciones del súper Yolis, se volvieron un punto de encuentro para estudiantes, trabajadores y deportistas, entre ellos integrantes del equipo de béisbol Los Chileros de Ramos Arizpe.
La constancia y el arraigo de Don Pancho lo convirtieron en un referente del comercio popular, al grado de que estaba programado para recibir el próximo 13 de mayo la presea Miguel Ramos Arizpe, en reconocimiento a su aportación como pionero del comercio en el municipio.
Los lonches de Don Pancho alimentaron a por lo menos cuatro generaciones de ramosarizpenses y dejaron un legado que va más allá de lo gastronómico. Su fallecimiento representa la despedida de un personaje que formó parte de la memoria colectiva y de la historia cotidiana de Ramos Arizpe.