Gaby García y Cecilia Campos son las fundadoras de la asociación sin fines de lucro, dedicada a ayudar niños con autismo o trastornos de neurodesarrollo
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
Lo que comenzó como una necesidad personal terminó convirtiéndose en un proyecto comunitario, así lo cuentan Gaby García y Cecilia Campos, creadoras de “Fundación Reconectando”, un espacio sin fines de lucro, dedicado a brindar apoyo integral a familias con niños y adolescentes con padecimiento de autismo o trastornos de neurodesarrollo.
Elisa María, hija de Gaby, fue una niña completamente sana hasta los dos años, pero tras un episodio de encefalitis postvacunal, empezó a perder habilidades como el habla, desde entonces, llegaron alergias, enfermedades respiratorias y problemas gastrointestinales que afectaron su neurodesarrollo.
Por su parte, Cecilia Campos vivió un proceso similar con su hijo, diagnosticado con autismo a los dos años, y aunque nació prematuro, su primer año de vida fue completamente normal, la regresión, recuerda que apareció alrededor del año y medio de edad.
“Empezó a jugar diferente, volteaba los juguetes, corría sin razón, y lo más evidente fue que ya no volteaba cuando le hablábamos, después de ponerle las vacunas de los 18 meses noté un cambio fuerte y en pocos meses ya estábamos con especialistas”, relata.
HIPERSENSIBILIDADES
Campos, admite que su hijo ha enfrentado hipersensibilidad auditiva y dificultades de adaptación escolar, también ha requerido ajustes nutricionales para reducir inflamación y mejorar su digestión, afirmó que en más de 10 escuelas lo rechazaron por la enfermedad.
De acuerdo con datos del INEGI mencionados por Gaby García, uno de cada 31 niños presenta diagnóstico autista, ella calcula que en Monclova equivaldría aproximadamente a mil 846 menores, una cifra que supera la capacidad de los centros especializados disponibles.
Gaby García, describe a la “Fundación Reconectando” como un lugar para apoyar a familias que tienen hijos o adolescentes con trastornos de neurodesarrollo, agrega que el proyecto nació después que igual que su amiga Cecilia Campos teniendo hijos así, abrieron un Centro de Neurodesarrollo.
De las señales de un niño con autismo, la señora García explica que empieza una regresión que mucha gente llama autistas porque pierden contacto visual, hipersensibilidad visual, auditiva, olfativa, táctil, se dan muchas cosas, tienen déficit de atención, y empiezan a crearse muchas situaciones.
“Algo pasa, de repente algo cambia, ese niño ya no es el mismo, se desconecta de la realidad y de su entorno en el que vive, por eso les llamamos así niños desconectados, nuestra misión es que todos estos niños que por alguna razón se desconectaron, vuelvan a conectarse”, agrega la altruista.
ENCEFALITIS POSTVACUNAS
Asegura que se ven niños que sufren encefalitis postvacunas; “antaño en el pasado, se decía que el padecimiento era porque faltó oxígeno al nacer el niño, o que durante la gestación la mamá tuvo alguna enfermedad algún problema, pero lo que estamos viendo en este momento ya es un problema de epigenética”.
“Se refiere a nuestro entorno, lo que nos rodea, estamos viendo que una lesión cerebral también se causa por virus, por bacterias, por toxinas ambientales, por accidentes, por exceso de antibióticos aplicados antes de los dos años de edad y por vacunas”, asegura la estudiosa del autismo.
En el caso de mi hija, explica Gaby García; “fueron ocho vacunas el mismo día, ocho virus que entraron en su cuerpo al mismo momento y causaron un shock de autoinmunidad al que no pudo reponerse ni sobrellevar, por eso hemos tenido que hacer protocolos de desintoxicación de quitar virus, bacterias, para lograr la desinflamación”.
Dice que esos virus pasan al torrente sanguíneo y llegan al cerebro, porque la sangre corre por todo el cuerpo causando neuroinflamación por ocho vacunas en un mismo día, detalla que era un pentavalente, neumococo, polio, e influenza, lo que establece la cartilla de vacunación.
“SU PRIMER AÑO FUE HERMOSO”
Hermosos recuerdos guarda Cecy Campos del primer año de vida de su hijo; “realmente su primer año de vida fue muy hermoso, muy normal, hacía mucha conexión con nosotros, disfrutaba mucho jugar, tenía una socialización aparentemente normal, sus habilidades motrices también estaban súper bien”.
“Desde los siete meses tenía mucha fuerza, empezó a caminar y empezó a jugar, todo muy bien hasta el año y medio, noté esa desconexión o esa regresión, mi esposo me preguntó si me había dado cuenta que el niño ya no estaba diciendo mamá completo, solo balbuceaba”, narra de aquellos momentos en que detectó las anormalidades.
Entonces, continuó diciendo, “empezó a jugar bien diferente, o sea todo era voltear los juguetes, empezar a correr en las recámaras sin motivo, deambulando, subiendo a la sala, cojines, pero lo que más notamos es que le hablábamos y no venía; le llamábamos por su nombre hasta 10 o 15 veces y no volteaba”.
“Fue un 18 de febrero cuando le puse esas vacunas de los 18 meses y para el 20 de marzo que lo tengo muy presente porque es mi cumpleaños, ese día o sea un mes después exactamente, ya estaba con un pediatra porque ahí le comenté que el niño ya no estaba respondiendo a su nombre, finalmente en octubre recibí el diagnóstico de autismo”, expresa.
Lamenta que en la escuela su hijo tiene el turno reducido porque se abruma fácilmente con tanto ruido, pero que todavía están trabajando con esa sensibilidad auditiva, mejorando, pero admite todo lo que han vivido ha sido muy difícil.
LOGRAN AVANCES
Gaby García señala que su hija Elisa María, no habla, pero que está empezando, “de hecho, el año pasado nos capacitamos también para trabajar para los niños no verbales que aquí utilizan herramientas de comunicación alterna que es otro proyecto muy fuerte que traemos con un iPad, porque es importantísimo que un niño aunque no tenga voz pueda comunicar sus necesidades”.
De no haber recibido atención, la niña Elisa María no tendría ahorita contacto visual, no hubiera aprendido a leer, no hubiera aprendido a escribir, no tuviera esta vida que aunque aún tiene retos y oportunidades y limitaciones ella es una niña que está saliendo adelante.
“Dentro de lo que hemos hecho para desinflamar su cerebro, está teniendo una vida plena y feliz en lo que ella puede hacer, pero eso se ha dado solamente porque no hemos dejado de luchar”, afirma García de De la Fuente.
Recuerda que al inicio le decían que la niña necesitaba terapia de lenguaje; ¿pero, cómo querían que mi hija estuviera diciendo mamá, si no tenía tono muscular, no podía mover su mandíbula y no había una conexión?. “trabajamos los pares craneales para estimular y darle al músculo de la mandíbula fuerza y fue cuando empezó a decir palabras”.
De la fuente de financiamiento para el funcionamiento de la -Fundación Reconectando-, la señora Gaby García, indicó que para el sostenimiento se puede ayudar organizando eventos con causa, donando becas, apadrinando niños, o remodelar las áreas que necesitan ampliar para poder tener más espacio.
El proyecto opera gracias a actividades con causa, donaciones de becas, padrinaje de menores y el apoyo de quienes desean contribuir a ampliar las instalaciones de -Fundación Reconectando- ubicadas en Hidalgo Sur 622, Zona Centro de Monclova, a un costado del departamento de Policía y Tránsito con teléfono de contacto 866-210-52-86.
