DE TEXAS A GUANAJUATO: UNA MANDA QUE NO CONOCE FRONTERAS
María y Ramiro, un matrimonio con 50 años de historia, cruzan la región con Benjamín su mascota para cumplir una promesa a San Judas Tadeo
Fabiola Sánchez
LA PRENSA
Con fe, devoción y cargados de regalos para sus seres queridos, paisanos que regresan a México en esta temporada decembrina continúan su trayecto por carreteras del norte del país, destacando el amor por su tierra y sus tradiciones; entre ellos viajan María de Jesús Reveles y Ramiro Torres, originarios de Guanajuato, quienes además realizan su recorrido acompañados de su inseparable mascota “Benjamín”.
La pareja compartió que su destino es San Diego de la Unión, Guanajuato, a donde llevan obsequios, productos y artículos especiales para la tradicional fiesta que celebrarán en honor a San Judas Tadeo, patrono de las causas difíciles, como parte de una promesa y profunda devoción que han mantenido durante años.
Señalaron que cada 28 de diciembre realizan esta festividad como muestra de agradecimiento por los favores recibidos.
María de Jesús y Ramiro salieron desde Lombardy, Texas, y aunque señalan que el trayecto ha sido largo —con más de 14 horas de camino—, aseguran que la experiencia hasta el momento ha sido favorable.
Destacaron los paisanos que las condiciones de seguridad en carretera han sido buenas, sin contratiempos y con un trato respetuoso por parte de las autoridades.
“Vamos bien, gracias a Dios, nos han tratado muy bien, todo tranquilo hasta ahora”, expresaron, al señalar que viajan con entusiasmo para reencontrarse con sus familiares en Guanajuato.
Ambos comentaron que visitan México con frecuencia: en vehículo cada año y, cuando no pueden manejar, lo hacen en autobús.
Ramiro, de 76 años y con más de cinco décadas de matrimonio, contó que aún se mantiene activo laboralmente como cocinero en un restaurante de comida americana en Estados Unidos, sin embargo, afirma que nada se compara con volver a su país, cumplir su promesa religiosa y convivir con su familia, tradición que esperan continuar mientras la salud y la vida se lo permitan.