Luego de una década sufriendo una afección cardiaca, el paciente fue sometido a un trasplante en un hospital del IMSS de Nuevo León, procedimiento que marcó el caso número 99 de este tipo en esa institución.
Por Uriel Vélez
LA PRENSA
MONTERREY, NUEVO LEÓN.- Matías Hazael, de 55 años, se convirtió en el paciente número 99 en recibir un trasplante de corazón en las instalaciones del Hospital de Cardiología del IMSS en Nuevo León.
Originario de Saltillo, el hombre padecía desde hace 10 años una miocardiopatía dilatada y hace un año fue referido a la Clínica 34, en Monterrey, donde ingresó a lista de espera de trasplante en mayo pasado.
“La enfermedad había dificultado la vida de Matías Hazael”, informó el IMSS, “presentaba mareos, falta de aire y de apetito, insomnio, debilidad e inflamación, con episodios críticos y visitas recurrentes a los servicios de urgencias.
“Además, el paciente tenía una función cardiaca de apenas un 20 por ciento, condición que limitaba su pronóstico de vida a menos de un año”.
Aracely Jacobo Baca, coordinadora de Trasplantes de Corazón de la Clínica 34, indicó que había preocupación entre el equipo médico al confirmar la presencia de anticuerpos en la sangre del receptor, ya que esto predisponía una difícil adaptación al órgano trasplantado.
Por ello, los médicos prefirieron esperar una donación local, a fin de reducir al máximo las horas entre la procuración y el trasplante, y así disminuir el riesgo de rechazo.
LLEGA ESPERANZA
Un joven de 18 años, quien sufrió muerte craneoencefálica en el Hospital de Zona, se convirtió en héroe gracias a que su familia aceptó la donación de sus órganos.
Los cirujanos del Hospital de Cardiología acudieron para obtener el corazón y trasladarlo de regreso a su unidad médica, donde se realizó el trasplante en una cirugía que duró unas seis horas.
El equipo médico se mantuvo alerta a la reacción del organismo durante siete días.
Jorge Cantú Carmona, jefe de la UCI del Hospital de Cardiología, explicó que era importante monitorear la manera en que el paciente daba vida al nuevo órgano.
“Tengo nueva vida”, celebró Matías al recuperarse de la cirugía, “quiero seguir leyendo, estudiando y disfrutar a mi familia para empezar el nuevo año con mucho optimismo”.