
Mientras el gobierno mexicano se está preocupando por la gasolina, las automotrices líderes del propio mercado nacional prefieren poner, como punta de lanza de su muestrario, modelos híbridos en el piso de exhibición de las distribuidoras.
Un buen ejemplo es Toyota, que en México, la automotriz de origen japonés cuenta con seis modelos híbridos, y su objetivo mundial para el 2050 es haber reducido al 90% su producción de vehículos que emitan CO2.
Para el consumidor mexicano, una diferencia clara que pronto tendrá en su compra de auto nuevo será ver si es híbrido o no, aunque todavía pesa el precio de los modelos híbridos, que son más costosos que los vehículos a gasolina, pero poco a poco son más económicos y a la larga se reduce el precio con el ahorro.
Luis Lozano, presidente de Toyota en el país, indicó que los modelos van desde el Prius, hasta la RAV 4, asegurando que los precios ya no están tan alejados de los modelos tradicionales de la marca.
Mientras tanto, General Motors, dirigida por Francisco Garza, indicó que la planta de Ramos Arizpe comenzó con los trabajos para la producción de automóviles eléctricos, los cuales finalizarían a partir del 2023, adelantando que este año comenzará la manufactura de “Drive Units”, que será el sistema de propulsión de los coches eléctricos.
En México, GM comercializo el Volt completamente eléctrico, y está por llegar la SUV llamada Bolt, (con B grande), también se anunció que podría llegar la Hummer en su versión eléctrica, los tres producidos en Estados Unidos.
Por esto, mientras las automotrices buscan una mayor eficiencia y un menor gasto de combustible, incluso hasta sustituirla, es por ello que los expertos en el tema automotriz aseguran que la compra de Deer Park, la creación de Dos Bocas y la reconfiguración de seis refinerías por parte del Gobierno Federal, son inversiones a muy corto plazo.