
Eran las cuatro de la tarde, las madres y esposas de los mineros, lloraban a las afueras de la Minera Micarán, donde al medio día, surgió un accidente, que provocó que se llenará de agua y puso en peligro la vida de los siete trabajadores, lo cuales podrían perecer ahogados.
Entre lágrimas y gritas, la señora Blanca N, madre de uno de los siete mineros atrapados, exige al personal de seguridad de la Mina que permita el acceso a la prensa, para que puedan constatar que a cuatro horas del accidente las bombas hidráulicas no funcionan.
“Una no tiene motor, otra está descompuesta y las que están en uso, solo sacan aire”, señala a gritos doña Blanca, situación que preocupa a las familias, que temen que los mineros mueran ahogados.
En punto de las 16:00 horas, arribó al lugar el equipo técnico y humano que proporcionó el Grupo Minera del Norte, el cual fue recibido entre aplausos por cientos de personas que se encontraban afuera de la mina, a la espera de alguna noticia, alguna nueva información sobre el rescate.
Como ese informó, los mineros realizaban trabajos cuando se conectaron con otra mina abandonada y esto habría provocado una inundación al interior de su área de trabajo.
De forma extraoficial se ha dicho que las personas atrapadas en la mina en la comunidad de Rancherías en el municipio de Múzquiz, Coahuila serían:
Leopoldo Méndez Flores, de 24 años; Damián Robles Arias, de 27 años; Mauricio Cortez; Humberto Rodríguez Ríos, de 40 años; Gonzalo Cruz Marín, 53 años; Pedro Ramírez y Francisco Briseño de 24 años.
Asimismo, al lugar junto con personal de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, ingresó el coordinador de la Fiscalía General del Estado, en la Región, Ulises Ramírez Guillén; la coordinadora de Ministerio Públicos en Múzquiz, Blanca Barrera; peritos de la judicial y ambulancias de rescate de la Secretaría de la Defensa Nacional.