Luego de la muerte de Don José Alfaro Padilla, el irónico ventrílocuo de Saltilo que tenía más de 30 años divirtiendo a la gente con su compañero “Beto” y quien dejara un legado que con constancia y paciencia conquistó aquella esquina en donde era común verlo: se hizo uno con el paisaje revestido de postes de luz, automóviles, puestos de periódicos, asfalto, comerciantes y de fondo el ruido de los cláxones y motores.
Los arcos ubicados en la entrada de la colonia Mirasierra al oriente de Saltillo es el lugar que el colectivo de jóvenes artistas llamados ‘Graficaisen’ lleva a cabo en diferentes etapas un mural en honor a don José Alfaro y su amigo el títere ‘Beto’, quienes tras el fallecimiento del icono saltillense honran su memoria a través de la pintura.
