Tres veces en casi 7 años le han dicho que su hijo Jhosivani Guerrero de la Cruz ha sido localizado muerto.
Entonces ya, se pune uno a dudar. Pues aquella vez no lo confirmaron, salió también en los periódicos y todo, que él era y él era y no, era el chilango”, comentó Margarito Guerrero, papá de Jhosivani.
En 2014 confundieron a Jhosivani con Julio César Mondragón, el normalista de Ayotzinapa que fue localizado desollado del rostro; en 2015 con una prueba de ADN de poco porcentaje de coincidencia, el Gobierno mexicano le dijo nuevamente que su hijo estaba muerto, pero no lo creyó, y hace unos días, con una nueva prueba de ADN le notificaron que su hijo está muerto, y sigue sin creerlo.
Siete años nos han dicho lo mismo, lo mismo y lo mismo, entonces, tenemos una duda porque los tres huesitos que han aparecido han sido muy poquito, de ahí mismo, por el mismo rumbo, muy poquito, es un caminito, pa acá es barranca y pa acá es basurero, pero cómo va a ser eso que un poquitito nomás, un pedacito de eso no puede ser, tiene que saber más”, comentó.
Para don Margarito, un hueso que ni siquiera ha visto, no es prueba suficiente para determinar que su hijo está muerto.
Y no es que desestime la prueba de ADN de la Universidad de Innsbruk, sino que cree que, pese a la falta de ese hueso, Jhosivani puede estar vivo.
Sí puede que ese sea la piececita, pero le digo pues, puede estar sin la pieza también, por es piecita que si se la quitaron puede seguir viviendo, y hasta que nos demuestren que hay más, entonces ya vamos a tener que ya ver lo que sigue, pues, pero ahorita, por lo mientras, no”, dijo.
Los restos de Jhosivani fueron localizados en la barranca de La Carnicería, en el municipio de Cocula, por el testimonio de un testigo, pero don Margarito necesita ver más restos de un esqueleto y que le demuestren que son de su hijo para aceptar una versión de su muerte, pero una pequeña pieza, a pesar de ser la vértebra lumbar, no basta.
Tenemos esperanza porque con esa piececita, puede estar sin esa pieza, sin esa pieza puede andar, puede estar, pero eso es lo que vamos a seguirle luchando, por eso, para que nos digan la verdad”, afirmó.
A sus 68 años, don Margarito seguirá peleando, como desde hace 7 años, hasta estar seguro del paradero de su hijo.