Dar acceso a plataformas de streaming desde edades tempranas, poco control parental y una estimulación excesiva provocan que las niñas, niños y adolescentes desarrollen conductas adictivas frente a las aplicaciones y servicios de video en línea, de acuerdo con un estudio del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
El consumo de plataformas de este tipo, conocidas como Over the Top (OTTs), da como resultado la producción de dopamina, lo que provoca su repetición compulsiva.
Este consumo compulsivo de contenidos audiovisuales ocasiona disminución de horas de sueño reparador, afecta la capacidad de concentración y rendimiento escolar, provoca episodios de ansiedad y puede impactar en la construcción de una identidad propia, alerta el estudio cualitativo «Las audiencias infantiles y el consumo de contenidos en plataformas Over the Top».
«La influencia de las plataformas OTT va más allá del entretenimiento y la practicidad. Su uso impacta en la apropiación de modelos conductuales, vestimenta y actitudes por parte de niñas, niños y adolescentes», dijo Óscar Díaz, titular de la Unidad de Medios y Contenidos Audiovisuales del IFT, en la presentación del estudio.
Aunque se puede realizar un control parental en el consumo que la niñez tiene de las OTTs, muchas veces no ocurre porque los padres están muy ocupados en más problemas, o incluso suelen estar inmersos en las mismas dinámicas de adicción y consumo excesivo de contenidos digitales.
«Una barrera que impide la implementación del control parental apunta a la conducta de consumo excesivo por parte de los padres y madres de familia. No sólo se consumen en exceso por parte de los niños, sino también por quienes deberían estarlos supervisando.
«Este consumo excesivo de contenidos por parte de todos los miembros de la familia termina normalizando el consumo de hijos e hijas, y disminuyendo estas acciones de supervisión», agregó Díaz.
Cuando los padres se dan cuenta de la necesidad de control puede ser muy tarde, porque sus hijos ya han desarrollado prácticas adictivas de consumo.
La pandemia de Covid-19 hizo más común el consumo desmedido de contenidos OTTs. Por el confinamiento, el consumo de este tipo de servicios se ha convertido en la principal alternativa de los niñas, niños y adolescentes.
«El consumo (de OTTs) ha sufrido cambios al pasar de estar dirigido para funciones de entretenimiento a tener funciones dentro del ámbito académico», mencionó el titular.
Sin supervisión parental en el consumo de servicios de streaming y de plataformas de video, se pueden provocar conductas y patrones inapropiados como la sexualización temprana, imposición de estereotipos, normalización de la violencia y riesgo de acoso cibernético y real.