fuente : milenio
La historia del futbol alemán ha estado marcada por el surgimiento de grandes jugadores que han puesto tanto a su liga como a su selección entre las mejores del mundo y uno de esos futbolistas es sin duda el lateral de apenas 1.70 de estatura, Philipp Lahm.
El defensor nacido en Múnich un 11 de noviembre de 1983 hizo su debut profesional en 2002 vistiendo la camiseta del Bayern, pero le costó consolidarse con el equipo bávaro, tanto así que tuvo que salir un par de años al Stuttgart.
En cuanto sus condiciones se hicieron manifiestas, el lateral fue convocado al combinado nacional de Alemania y volvió al Bayern Múnich para adueñarse por muchos años de esa posición, además del gafete de capitán que habían utilizado jugadores de la talla de Franz Beckenbauer, Gerd Müller, Karl-Heinz Rummenigge, Lothar Matthaüs y Oliver Kahn, entre otros.
Tras la Copa del Mundo de Brasil 2014, concretamente a partir de septiembre de dicho año, Lahm hizo valer su experiencia y gran lectura de juego al lograr la marca histórica de 13 meses sin cometer una sola falta considerando competencias como la liga alemana, copa y UEFA Champions League.
Desde septiembre de 2014 y hasta octubre del 2015, Philipp se mantuvo totalmente limpio en los más de 25 partidos que disputó (perdiéndose algunos por lesión) pero demostrando sus cualidades jugando hasta de mediocampista en algunos encuentros, todo esto bajo la dirección técnica de Pep Guardiola.
Adicionalmente, Lahm nunca vio una tarjeta roja en 652 partidos como jugador bávaro y del Stuttgart, así como 113 internacionalidades con la selección de Alemania y un palmarés que cualquier jugador desearía tener, además de entrar a una selecta lista de jugadores como Raúl, Gary Lineker, Andrés Iniesta, Karim Benzema, Michel Platini, entre otros, quienes jamás fueron expulsados.
En 2017, Lahm decidió ponerle fin a su carrera futbolística después de haber conquistado ocho campeonatos de Bundesliga, seis Copas de Alemania, tres Supercopas alemanas, una Champions League, un Mundial de Clubes y una Supercopa de Europa.
Philipp Lahm fue una de las piezas fundamentales para conseguir el triplete en la temporada 2012-2013 al ganar la Liga de Campeones, la Bundesliga y la Copa de Alemania bajo el mando de Jupp Heynckes, una de las mejores épocas de la historia del Bayern Múnich.