
Por Carolina Salomón
Nazario Peña Zamora, comerciante que fue torturado por el comandante “Trejo” y otros elementos de la Policía Civil de Coahuila (PCC) el pasado 20 de agosto exigió la baja de los oficiales y la reparación del daño.
Elementos de la PCC le facturaron las costillas, rótula y nariz, además no tiene sensibilidad en los dedos de sus manos, perdió un diente y dos más le han quedado flojos.
“Esperamos que se haga justicia, que esto no quede impune, que se les castigue como se debe de castigar a cualquier persona que cause esos daños, que los quiten de esos cargos porque no son personas aptas”, manifestó Nazario.
Recomendó a las autoridades seleccionar bien a los elementos porque quienes lo torturaron no eran policías porque actuaban como si fueran una organización criminal.
“Desde el momento que llegaron a mi casa me decían que ya había valido madre, que me iban a matar, que me iban a dar piso y que me iban a desaparecer, entonces cuando salimos hacía afuera ya iba medio desmayado y ya me llevaban esposado, todavía no siento las manos, no tengo sensibilidad por las esposas que me pusieron y que me dejaron hasta que se me hincharan”, comentó.
El pasado 20 de agosto, el abogado, su sobrino y la esposa de este mismo fueron agredidos por el comandante “Trejo” de la PCC.
A Nazario le avisó su cuñada sobre el ataque a sus familiares por lo que él se trasladó hasta el lugar y al ver que el comandante ya tenía el arma lista para dispararles tomó un bate y le hizo frente.
Eso provocó que Trejo corriera pero lo alcanzaran en camioneta, sin embargo, volvió a cortar cartucho y por lo drogado que se veía no podía ni hablar.
“Cuando le quita el arma mi hermano, me señalaba con la mano que me iba a matar, resultó lesionado y cuando me regreso a la casa por el teléfono para hablarle a una ambulancia que lo atendiera veo alrededor de 30 elementos que iban hacia mi casa, tumban puertas y me sacan a golpes y ahí me tumban el diente”, recordó.