Entre cubrebocas, gel antibacterial, sana distancia y hasta enfermeras, los políticos y la ciudadanía de Coahuila viven una situación inédita en el Estado y el País: realizar campañas electorales en medio de una pandemia.
En un ejercicio que se ve como una prueba rumbo a las elecciones nacionales del 2021, Coahuila realiza desde el pasado 5 de septiembre y hasta el próximo miércoles actos proselitistas para renovar el domingo 18 de octubre las 35 curules del Congreso local.
La elección se debió realizar en junio, pero fue aplazada por el Instituto Nacional Electoral (INE) por la emergencia sanitaria.
Frente al Covid-19 y el drama social que ha provocado, los actos multitudinarios y festivos han tenido que ser dejados de lado por visitas domiciliarias, pequeñas reuniones, bajo protocolos sanitarios, y uso intensivo de redes sociales.
Tradicionales regalos, como abanicos de mano, han dado paso al reparto de cubrebocas y gel antibacterial, mientras que los efusivos abrazos, tan característicos de las campañas, han sido cambiados por saludos con el puño cerrado o el antebrazo.
Hay candidatos que han extremado cuidados, como el priista Eduardo Olmos, que contrató a tres enfermeras para que, ante el riesgo de contagio, tomen la temperatura a simpatizantes y les midan el nivel del oxígeno en la sangre, además de que estén al pendiente de las medidas sanitarias.
El ex Alcalde de Torreón, que realiza su sexta campaña electoral, ve un fuerte cambio en las demandas ciudadanas.
«En los últimos 20 años», explica Olmos, «si ibas a una elección municipal, estatal o federal, la ciudadanía priorizaba como el problema número uno, la seguridad; dos, falta de empleo, y tres, servicios públicos.
«Ahora», señala, «con la llegada de la pandemia del Covid-19 al Estado, al País y al mundo, cambia la prioridad de la preocupación de la gente, en este momento la preocupación número uno tiene que ver con salud».
La falta de empleo, añade, es el problema número dos y la seguridad es la tercera preocupación.
Martha Loera Arámbula, candidata del Distrito 15 de Saltillo, resalta que ante la falta de actos masivos de hasta 40 mil personas, el tono de las campañas, en medio de una emergencia que ha dejado miles de víctimas, no puede ser tan festivo.
«Antes, teníamos unos arranques multitudinarios, ahora fue una cosa muy pequeña, con sana distancia, y más bien nos fuimos vía zoom o en vivo, por Facebook», manifiesta.
«También, por respeto a que algunas personas pudieran tener familiares enfermos o alguna persona de su familia que pudiera haber muerto, suspendimos el ‘Viva Viva’ en los cruceros.
«Suspendimos el perifoneo», explica Loera, «ese tipo de cosas que eran muy alegres, como llegar con batucada, con un contingente grande a tocar la puerta, ahorita no. Ahorita es todo muy austero, muy mesurado, muy respetuoso».
Gerardo Aguado Gómez, candidato panista del Distrito 8, dice que, a falta de actos masivos, el candidato debe ser más receptivo con los votantes.
«Son campañas donde no hay abrazos, donde traes la cara tapada», asegura, «pero buscas tener una conexión mayor con el ciudadano por sus necesidades.
«Estamos obligados a detenernos más tiempo, a escuchar a la gente y a buscar cómo se las podemos resolver en el corto o mediano plazo».
Los candidatos coinciden en que muchas personas, especialmente de la tercera edad, no entienden la necesidad de las medidas sanitarias en la contingencia.
«Suele pasar», dice el morenista Cristian López Chávez, «que toman a mal que no queramos darle la mano y les explicamos que los protocolos no nos lo permiten. Nos invitan pasar a su casa, se molestan porque no entramos.
«Incluso, nos dicen: ‘Salúdeme bien y quítese el cubrebocas, no lo veo bien, no lo escucho, retíreselo’, aunque procuramos no hacerlo».
El perredista Jesús Contreras Pacheco, ex Alcalde de Matamoros y ex Diputado local, resalta que las palabras no fluyen igual al debatir o dar discursos a través de plataformas digitales.
Asimismo, motivar que la población coahuilense acuda a las urnas es otra gran preocupación.
«Que tengan (los ciudadanos) la certeza de que la casilla en la que van a ir a emitir su voto estará protegida con todos los protocolos, como cualquier local comercial al que hoy entramos», señala la panista María Eugenia Cázares.
Hace seis años, cuando se eligieron Diputados locales y Alcaldes, hubo una abstención superior al 60 por ciento.
El PRI, que actualmente tiene 10 Diputados locales, buscará aumentar su mayoría y asegurar el apoyo para el Gobernador priista Miguel Riquelme, mientras que el PAN, con nueve legisladores, buscará el control del Legislativo.
Morena, que en el 2018, tuvo un gran resultado en la elección federal ahora deberá refrendar la tendencia, pero ha sido afectado por divisiones internas y la falta de una estructura política sólida.