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Sin una regulación concreta para su venta, la oferta de negocios dedicados a productos a base de cáñamo o cannabis en el País aumenta.
El cultivo de esta planta tiene un gran potencial económico en México por las condiciones climáticas aptas para su desarrollo.
Sin embargo, la discusión sobre su regulación se alarga y de los tres usos perseguidos -lúdico, medicinal y de investigación e industrial- es el segundo, el medicinal, el de mayores avances, aunque con ciertas limitaciones que dejan poco margen de acción a jugadores, pues se concentra en grandes farmacéuticas.
«Los usos industriales del cáñamo que están por debajo del uno por ciento de THC (sustancia psicotrópica del cannabis) no están debidamente regulados», explicó Juan Francisco Torres-Landa, socio del despacho legal Hogan Lovells.
«Ahí caben cosméticos, alimentos, suplementos, tinturas y otros productos que aguardan esa regulación para evitar un vacío legal o mercado negro».
La industria refirió que ante una falta de voluntad política para resolver el tema, por cuestiones ideológicas e intereses, México perderá mercado y la oportunidad de ser potencia contra países que ya se abrieron la comercialización, como Uruguay, Paraguay o Argentina.