Por Antonio Zamora
Apúntelo para que no se le olvide que aquí lo leyó primero, dos puntos y seguido: Andrés Manuel López Obrador ganará el Premio Nobel…
Aparte de que es un iluminado y que se equivocó de tiempo, país, lugar y hasta de universo…
Para los expertos en temas de la política, mientras que algunos gobernantes han sido famosos por adelantarse a su época, con Andrés Manuel sucede lo contrario…
Y como leímos por ahí, la constante del Presidente es que está estancado en las páginas de un libro viejo de historia…
Oséase sin ninguna evolución…
De todos es sabido que vive ajeno a la realidad tanto nacional como mundial y un ejemplo de ello fue lo sucedido en el Consejo de Seguridad en la Organización de las Naciones Unidas…
Es característica de Andrés Manuel vivir en el pasado y ajeno a la realidad, gobierna a su manera y no le importa ensuciarla ante líderes mundiales o en las mañaneras…
Para él, su discurso no es diferente, más bien quienes escuchan deben adaptarse a su narrativa e interés, y así no es como funciona la comunicación de un estadista, de un líder mundial…
Tal vez en México, su “me canso ganso”, “la mafia del poder”, “soy el Presidente más atacado desde Madero” funcionan porque conoce a la gente a la que le habla, sabe cómo conectar…
Pero el discurso del Tabasqueño para el mundo requiere mucho más esfuerzo y oratoria…
Por eso, francamente, nadie esperaba que el discurso que dio el martes antepasado no cimbraron al mundo, incluso los medios internacionales prácticamente lo ignoraron…
Vianey Esquinca agrega que tal vez ese discurso hubiera estado bien en otro escenario o en otra época, pero no en el año 2021…
Y tiene razón porque el Presidente debe entender de una vez por todas que el mundo es algo más que Macuspana…
Luego la diputada morenista Patricia Armendáriz propuso al mandatario como candidato al Premio Nobel de la Paz por la presentación de su Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar…
¡Qué maravillosa idea de la legisladora!
Andrés Manuel merece ese galardón internacional, pero no sólo por su discurso sino por su trabajo a favor de “abrazos y no balazos”…
Empero, la neta del planeta es que no debe haber conformismo con el Premio Nobel de la Paz…
No sería la primera occasion que hubiera, por ejemplo, un doble premio en el de Medicina…
Sería compartido con el laureado doctor Hugo López Gatell. Ambos recibirían el premio por sus investigaciones en el no uso del cubrebocas para combatir la pandemia de Covid-19…
Andrés Manuel podría obtenerlo, incluso solo, por descubrir al “detente y al escudo protector de la honestidad” como remedios para combatir el virus…
Tampoco le pondríamos ningún pero a Manuel Bartlett que podría ganar el Nobel de Química por ser México el primer país en el mundo en encontrar la fórmula para detener el cambio climático usando combustibles fósiles…
También podría obtener el Nobel de Economía por el modelo económico que ha instrumentado en México llamado Primero los Pobres y que ha sido tan exitoso que 6.3 millones de mexicanos dejaron de ser clasemedieros para pasar a la clase baja, según el Inegi…
Pero, si por algún motivo el jurado de los premios Nobel resulta neoliberal y se niega a ver las fundamentales contribuciones del presidente López Obrador al mundo, incluso al universo, y le niegan cualquiera de los galardones…
La diputada Armendáriz y sus correligionarios morenistas siempre podrán proponerlo para ocupar el premio Pulitzer, el Príncipe de Asturias, la Diosa de Plata o el premio TV y Novelas, de perdida…
Que no decaiga el ánimo.
Lo que es un hecho es que Andrés Manuel tiene razón en señalar que es un presidente incomprendido de su tiempo…
Y saben por qué?
Porque ¡no vive en su tiempo!
NOS LEEMOS MAÑANA…
P.D. Telmex está sufriendo de raterías que ocasionan problemas en el servicio de internet e incluso de telefonía. Luego escribiremos al respecto…
