
Otro dolor para el gremio de la salud y la comunidad: el Covid-19 les ha arrebatado a uno de sus más queridos elementos, el pediatra Sergio Amado Garza Ibarra perdió la batalla contra el virus la mañana de ayer.
El médico era sumamente servicial y sencillo, tenía un gran don de gente y prueba de ello son las múltiples manifestaciones que empezaron a circular en las redes sociales, llenas de tristeza pero también de agradecimiento y buenos recuerdos hacia el especialista en niños.
Con una carrera impecable en medicina infantil, el médico prestó sus servicios en la clínica 9 del Instituto Mexicano del Seguro Social y llevaba algunos años jubilado, sin embargo, nunca dejó de atender niños en su consultorio particular.
Sus compañeros del IMSS, al igual que las mamás de sus pacientes, lo recuerdan como un médico excepcional, amoroso y respetuoso con los niños y reaccionaban con incredulidad ante la lamentable noticia que empezó a circular por las redes sociales.
Luego de más de una semana hospitalizado en el piso Covid de la clínica 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social, intubado por la gravedad de su estado, el doctor Sergio Garza perdió la batalla contra el virus, este miércoles a las 10:20 horas.
Es un gran legado el que deja, pero también un gran vacío, pues no todos los médicos se ganan el reconocimiento, admiración y respeto de sus colegas ni de los pacientes, y finalmente estas manifestaciones, son el veredicto de su desempeño al servicio de la comunidad.
Por supuesto el más sentido de todos los mensajes que circularon en Facebook, es el de su hijo Alejandro Garza, en el que se lee lo siguiente:
“En paz descanses mi mayor ejemplo a seguir, mi Padre: Sergio Amado Garza Ibarra. Me queda tu fortaleza y el mayor ejemplo de nobleza y sencillez. Hoy descansas junto a nuestro Padre Celestial, me duele en el corazón pero sé que estás mejor. Yo sé lo mucho que amaba a mi familia, hermanos, tíos, tías a todos, pero también siempre uno de sus mayores amores fueron sus pacientes, que toda la vida quería y trataba como si fueran de su familia. Hasta pronto Padre, Siempre te amaré”.