El futbol se extrañaba tanto en Aguascalientes que el miedo al Covid-19, y la prevención, se olvidaron.
El Victoria se convirtió en el primer inmueble de la Liga MX en abrir su tribuna a un 30 por ciento de su capacidad, para recibir a un público que se desvivió, pero que también bajó la guardia.
Los Rayos se llevaron el triunfo 2-0 sobre Xolos, luego de verse revitalizados por la asistencia de su afición, que en su mayoría respetó los protocolos de convivencia y sanidad, es decir, la sana distancia, el uso del tapabocas y la sanitización.
Algunos todavía ni entraban al inmueble, producto de las filas para la toma de temperatura, cuando Ian González metió de cabeza el 1-0, para el primer gol que se grita en el estadio hidrocálido desde el 16 de febrero, el último juego de los Rayos con público en su casa.
De ahí, la afición no paró de gritar aunque muchos lo hicieron sin mascarilla, como si eso estorbara demasiado para poder ser escuchados en el campo.
Los seguidores volvieron a desgarrarse la voz en el complemento, cuando Ángel Malagón tapó un penal que él había cometido al 58′.
El ánimo, y la temperatura, bajó hasta que al 80′ Fernando Arce volviera a hacerle daño a la visita con un cabezazo que puso cifras definitivas y volvió a encender a las 5 mil 47 personas que entraron al estadio, quienes en general cumplieron con las normas, aunque en estos momentos, por pocos pagan todos.