Desnudando a mujeres, obligándolas a hacer sentadillas o cobrarles 100 pesos para evitar el proceso de revisión, así tratan custodios del reclusorio a familiares de personas privadas de su libertad.
Olivia Garza, concejala de Iztapalapa, sostuvo una reunión con 10 personas cercanas a internos. La mayoría se queja de lo denigrante del procedimiento de inspección y de la imposibilidad de pagar la cuota para zanjarlo, sobre todo porque los reclusos ya deben pagar prácticamente por todo dentro de las cárceles.
“Ya los cobros que les están haciendo son excesivos, que realmente ellos ya no podían pagar eso”, dice Garza.
“Les estaban cobrando por utilizar la luz, el agua, la lista, el paso de lista y que había incluso extorsiones a las mujeres, sobre todo a la hora que querían hacer la visita familiar”.
La concejala y activista a favor de una reforma en el sistema penitenciario presentó una queja ante la Comisión de Recursos Humanos de la Ciudad de México para que las denuncias por estas prácticas no se archiven.
Garza califica infame los tratos hacia las visitantes y lamenta que muchas se hayan acostumbrado a pagar. Por lo menos quienes se acercaron a ella responsabilizan al director del penal, Enrique Serrano, y a un custodio de nombre Édgar Barrios.
Pese a que está prohibido, tener un celular dentro cuesta 500 pesos. Cuando hay decomisos, se les quitan sólo a quienes no pagan la cuota.
El pago en el pase de lista es de lo más denunciado. Aún estando presentes, los internos deben pagar hasta 10 pesos cada día para evitar ser castigados o tener represalias en su contra.