Carlos Martínez Rentería fue un hombre que hizo, fue y pensó la contracultura. Un periodista, poeta y activista que, como recuerda su hijo, Emiliano Martínez Escoto, así describió su credo: «no basta con meterse en la porquería y no basta con ser la porquería; hay que pensar la porquería».
Con esta frase inmortal, entre los recuerdos de los amigos y los correligionarios, quedó inaugurada la exposición ‘Carlos Martínez Rentería. La dignidad de la certeza’, con la que el Museo de la Ciudad de México recuerda al escritor fallecido el pasado 7 de febrero.
Se trata de una colección de portadas de uno de sus mayores empeños, la revista Generación, un hito del periodismo contra y cultural mexicano que abrió generosamente sus páginas a autores y artistas, tanto jóvenes como experimentados, desde 1988.
En un evento inaugural celebrado este sábado en el museo, Martínez Escoto informó que la selección de las portadas correspondió al propio fundador de la revista, quien ya había pensado en esa exposición para conmemorar los 30 años de su primer número.
En una sala del recinto, una fotografía de Martínez Rentería lo muestra en su oficina atiborrada de papeles, una vieja computadora con stickers a favor de la despenalización de la mariguana y, claro, con una cerveza abierta para trabajar mejor.
Uno de sus amigos más cercanos, el cronista J.M. Servín, lo recordó, precisamente, como un hombre que mostró al mundo que su estilo de vida, tan desenfrenado como reflexivo, empataba a la perfección con su espíritu creativo y su generosidad.
Ante un auditorio lleno, pleno de cariño y recuerdos para el editor de Generación, un grupo variopinto de colaboradores destacaron sus distintas facetas.
La compositora y productora Ali Gua Gua, o DJ Guagüis, según sea el caso, elogió su labor como promotor contracultural, como el que llevó a cabo hasta su fallecimiento en la Pulquería Los Insurgentes.
La performer Rocío Boliver, La Congelada de Uva, rememoró episodios de quien, asegura, la impulsó a dejar la vida convencional y abrazar su vocación como provocadora profesional, como la vez que, por haber hecho un performance sexual en Lagos de Moreno, Jalisco, con una figura del Niño Jesús, Martínez Rentería la salvó de ser, literalmente, linchada.
El director del Museo de la Ciudad de México, José María Espinasa, destacó la relevancia de Generación dentro de la tradición de revistas culturales mexicanas, y el Director General del Ordenamiento Urbano de la capital, encomió la labor de Martínez Rentería como cronista.
«Un espacio libre, abierto, sin censura, irreverente y desparpajado», definió Muñoz a la revista Generación.
Además de las decenas de portadas y los ejemplares antiguos, la exposición cuenta con obra gráfica de artistas que participaron en la publicación y con una serie de collages de las legendarias fiestas que Martínez Rentería compartía con todos.
Como no podía ser distinto, todos los presentes al homenaje fueron invitados a seguir la celebración de la vida de Martínez Rentería en la Pulquería Los Insurgentes.
Al término, Martínez Escoto anunció la intención de crear el Centro de Estudios de la Contracultura, una ambición de su padre para recolectar su trabajo de décadas y dar cabida a la reflexión sobre el arte no convencional en México.
Después de todo, como el propio Carlos Martínez Rentería solía decir: «no basta con meterse en la porquería y no basta con ser la porquería; hay que pensar la porquería».