Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) pretenden que las momias de Guanajuato se exhiban con dignidad y no como un espectáculo que incita al morbo.
Para lograrlo, desarrollan un proyecto museográfico de orientación pedagógica que aportará información sobre los procesos de momificación y la identidad de los cuerpos procedentes del Panteón de Santa Paula, Guanajuato, para presentarlos, en la medida de lo posible, con sus nombres y no con apodos como «La bruja» o «El ahorcado», explicó Juan Manuel Argüelles San Millán, titular de la Dirección de Antropología Física (DAF) del INAH.
«Durante mucho tiempo -por objeto de la historia, no por responsabilidad de nadie- han estado sujetas a una narrativa que a principios del siglo 20 era permitida, pero que ahora no es deseable en términos éticos. Hoy mismo en el Museo de las Momias de Guanajuato se habla de ‘El ahorcado’, ‘El ahogado’ o ‘La bruja’ y una serie de cosas que no pueden pensarse como correctas», expuso en entrevista.
Averiguar la identidad de las más de 100 momias -entre 117 y 120- requerirá investigar en archivos estatales, municipales, parroquiales e incluso, acudir con familiares que puedan proporcionar información de los cuerpos albergados en el museo y en el parador turístico Sangre de Cristo.
Esta identificación contribuirá al proceso de dignificación, pero solo se logrará si se transforma la narrativa en torno de los restos.
«Saber la identidad concreta de las momias puede ayudarnos mucho a contar mejor su historia, pero más que la identidad de cada una, es la narrativa en conjunto la que procederá a dignificarlas», insistió.
«Se puede contar por qué la ‘espectacularización’ del cuerpo humano en museos, en circos u otros espacios itinerantes fue una costumbre desde siglos atrás. Hay ejemplos como el de Julia Pastrana o los ‘Microcéfalos aztecas’. Todavía a finales del siglo 19 y a principios del 20 se acostumbraba esto».
«Hoy», prosiguió el antropólogo, «el Museo de las Momias de Guanajuato es, creo, uno de los pocos espacios que sigue exhibiendo como curiosidad, como objeto de morbo o como objeto espectacular a las momias».
HARÁN ‘HABLAR’ A LAS MOMIAS
La dignificación de las momias de Guanajuato forma parte de un proyecto cuya primera fase consiste en determinar cuáles corresponden al siglo 19 y cuáles al 20, mediante estudios de isótopos estables, así como análisis de textiles e investigaciones en fuentes históricas.
Las más antiguas constituyen un patrimonio histórico y su resguardo le compete al INAH. Además, el Panteón de Santa Paula, del que proceden, es un inmueble histórico, indicó Argüelles San Millán.
La segunda fase se relaciona con las condiciones que debe reunir el museo que las alberga y los tratamientos requeridos para la preservación de los cuerpos áridos -se hará un manual al respecto para los correspondientes al siglo 19, que podrá aplicarse también para los del 20-, y la tercera se refiere al proyecto museográfico que dignificará su exhibición.
Argüelles San Millán, al frente de un equipo integrado por María del Carmen Lerma Gómez, Israel David Lara Barajas, Ilán Leboreiro Reyna y Leslie Julieta Cabriada Martínez, descarta que el proyecto del INAH esté relacionado con las denuncias judiciales por el supuesto daño durante los traslados para exhibirlas en dentro y fuera del País, así como la desaparición de momias. Sin embargo, las quejas públicas en relación con el estado de estos restos ameritaron que se atendiera el asunto, dijo.
«A mí me instruyó el director del INAH, el antropólogo Diego Prieto, para formar un equipo directamente, porque así se lo instruyó el Presidente de la República», puntualizó.
La serie de estudios, en colaboración con el Gobierno de Guanajuato, comenzaron este mes y se esperan resultados preliminares en mayo. Las investigaciones podrían proseguir durante junio y julio.
ADVIERTEN DAÑOS POR MOVIMIENTO
Las momias de Guanajuato acumulan deterioro por su antigüedad, pero también por las condiciones de exhibición y los movimientos a los que han sido sometidas, apuntó Argüelles San Millán.
«Deben moverse lo menos posible. No deben de estar en la posición vertical en la que hoy se encuentran; deben estar sobre todo en posición horizontal y con una serie de cuidados que ahorita mismo no tienen. Tampoco deben viajar».
«No deben ser puestas en movimiento. En cualquier parte del mundo, mover una momia es una cosa delicada y se debe de hacer lo menos posible.
«Tal vez alguna, que tenga condiciones muy óptimas, podría ser separada y hacérsele un embalaje para cuando quieran, digamos, exponer un ejemplo de las momias de Guanajuato en el mundo», añadió.
Pero los cuerpos áridos deben permanecer sin moverse incluso en su lugar de exhibición o de resguardo, con controles de temperatura y humedad específicos, así como monitoreos constantes.
También aconsejó presentar al público solo una muestra y mantener la mayoría en un sitio dispuesto para su preservación en condiciones adecuadas.
«Una de las cosas que de antemano se pueden ir diciendo categóricamente es que las momias no deben de moverse, de ninguna manera».
Esto aplica, precisó, tanto para las del siglo 19 como para las del 20.
ENIGMAS POR DESCIFRAR
Algunos de los estudios que se efectuarán en las momias son:
-Análisis químicos del tejido para determinar la condición de los restos.
-Estudios de hongos, de bacterias y de microfauna.
-Estudios de textiles para discernir antigüedad de las momias.
-Estudios de archivo para la determinación de la identidad.