La casa Christie’s anunció que espera marcar un nuevo récord de venta en subasta para una obra de arte del siglo 20 con un retrato de Marilyn Monroe (1926-1962) realizado por Andy Warhol en 1964.
Se trata de Shot Sage Blue Marilyn, pieza icónica que saldrá a la venta en 200 millones de dólares en mayo.
Si el retrato de la actriz y sex symbol se remata al precio anunciado, se convertiría no sólo en la obra más cara de arte moderno, sino en la segunda más cara adjudicada en subasta en toda la historia, sólo por detrás de Salvator Mundi, de Leonardo da Vinci, vendida en noviembre de 2017 por 450.3 millones de dólares.
Hasta ahora, el mejor precio pagado por una obra del siglo 20 pertenece a Las mujeres de Argel (versión 0), óleo de Pablo Picasso, vendido en 179.4 millones de dólares en el 2015.
La célebre imagen de Monroe pertenece a la Fundación de Thomas y Doris Ammann, de Zúrich, Suiza, que destinará el dinero de la venta a proyectos mundiales de salud y educación en favor de la niñez.
«Con el 100 por ciento de la venta de una sola pintura para una obra de caridad, se trata de la mayor venta filantrópica desde la subasta de la colección de Peggy y David Rockefeller en el 2018», indicó la casa de remates en un comunicado.
Alex Rotter, presidente de la sección de arte de los siglos 20 y 21 en Christie’s, dijo que esta pintura es la más importante que sale a subasta en una generación.
«Es la cumbre absoluta del arte pop estadounidense y la promesa de sueño americano que encapsula optimismo, fragilidad, celebridad e iconografía», comentó.
Pese a que la pandemia puso de rodillas a Nueva York en 2020, su mercado del arte nunca ha sido tan boyante, y ha desencadenado récords gracias a los compradores de esta ciudad y de otras partes del mundo, sobre todo de Asia.
SONRISA ENIGMÁTICA
Shot Sage Blue Marilyn pertenece a una serie de cinco retratos de la actriz, cada una sobre un fondo de diferente color.
Georg Frei, presidente del Consejo de la Fundación Georg Frei, dijo que la obra, basada en una foto para un cartel de la película Niágara (1953), de Henry Hathaway, conserva intacto su poder visual en el nuevo milenio.
«Marilyn, la mujer ya no está… Todo lo que queda es la enigmática sonrisa que la vincula con otra sonrisa misteriosa de otra distinguida dama: la Mona Lisa», señala Christie’s .