La propuesta de reforma constitucional presentada ayer por el Presidente Andrés Manuel López Obrador busca garantizar el control político para Morena, coincidieron especialistas y consejeros electorales, así como actores políticos y legisladores.
En opiniones por separado, los especialistas manifestaron que se trata de una reforma regresiva que elimina la pluralidad, la autonomía de las instituciones y la eficiencia en la organización electoral.
Uno de los puntos más controvertidos es la sustitución del Instituto Nacional Electoral (INE) por el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas, que tendría más responsabilidades en la organización de comicios locales, pero menos consejeros y hasta restricciones para el uso de tiempos oficiales en radio y televisión.
Además, plantea eliminar 200 de los 500 diputados federales actuales, así como 32 legisladores plurinominales de los actuales 128 senadores. Dicho recorte también alcanzaría a los congresos locales, que perderían entre 15 y 45 diputados, e incluso a los ayuntamientos, donde iría a la baja el número de regidores.
La mayoría de las propuestas contenidas en la iniciativa, consideraron, están marcadas por el control e influencia que tendrían el Presidente, el partido oficial (Morena) y los Gobernadores.
«Esta reforma planteada por López Obrador no está buscando el fortalecimiento del sistema electoral, sino que está buscando ampliar los márgenes del control político del Presidente», consideró el ex consejero electoral Marco Baños.
Para el consejero Jaime Rivera, la elección de nuevas autoridades electorales quedaría subordinada a los intereses del Presidente y de su partido porque sus propuestas serían sometidas a elección.
«El proceso estaría viciado de origen por ser propuestos por el Ejecutivo y la Cámara de Diputados con criterios claramente partidistas, estarían subordinados al Gobierno, como estaba hace más de 30 años», dijo Rivera.
El ex presidente del INE, Luis Carlos Ugalde, advirtió que la iniciativa puede convertirse en un ariete para atacar al órgano electoral.
«El riesgo de esto es que sea un pretexto de López Obrador para que en 2024 desconozca los resultados si le son adversos y argumentar que él propuso una reforma, él quiso mejorar a las autoridades y no lo dejaron. Decir que la autoridad es ilegítima», alertó.
A decir de Ángel Ávila, representante del PRD ante el INE, se trata de una iniciativa para desacreditar al órgano electoral y que el actual Gobierno controle las elecciones.
«López Obrador intenta que el Gobierno controle las elecciones, desmovilizar a la oposición e instalar de nueva cuenta un régimen de Partido de Estado», señaló el perredista.
Al presentar la iniciativa, acompañado por el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y funcionarios que participaron en la elaboración del documento, el Presidente López Obrador sostuvo que el nuevo órgano electoral seguiría siendo autónomo y no dependería de ningún poder.
«Sin depender de nadie, que sea como un verdadero cuarto poder. Se quiere gente honrada, honesta, incorruptible, que sea capaz de decirle a un superior ‘no'», expresó.
La propuesta, argumentaron, es que con los cambios en los órganos electorales, partidos, congresos y ayuntamientos, podrían genera ahorros por 24 mil millones de pesos.