Se puede fabricar un herbicida en casa con productos naturales que no sea perjudicial ni para el medio ambiente, ni para nuestra salud y la de nuestras mascotas
Muchas personas cuando llega la primavera empiezan a cultivar su pequeño huerto o les gusta tener un jardín con flores. Mantener bien cuidado un huerto o un jardín pasa por eliminar las malas hierbas, y cuando escuchamos la palabra herbicida lo primero que se nos viene la cabeza son sustancias químicas. Parece como si en los últimos años nos hubiéramos acostumbrado a que los herbicidas tengan que ser un veneno.
Existen alternativas caseras a los herbicidas comerciales que no son tóxicas para el medio ambiente, ni para nuestras mascotas y tampoco nos tendremos que preocupar por nuestros cultivos del huerto.
Agua hirviendo
Aunque parezca mentida el agua hirviendo es un potente herbicida. Pon una olla con agua del grifo y caliéntala hasta el punto de ebullición, luego debes verterla con extremado cuidado sobre las malas hierbas que deseas eliminar. Esta es una forma muy eficaz de eliminar las plantas indeseadas que aparecen en los patios, las calzadas y las aceras. Se tiene que tener mucho cuidado porqué el agua hirviendo no selecciona, si la colocas en sitios donde haya otras plantas, matará al instante todo lo que alcance y esto incluye las raíces subterráneas de los vegetales cercanos.
Sal
La sal es el herbicida total. Si queremos que en una zona no vuelva a crecer ningún tipo de planta, sólo tenemos que echar sal. Esta solución es perfecta si tenemos un caminito de baldosas y no queremos que las hierbas crezcan en medio. Es la forma más fácil de asegurarse de que allí no crezca nada. Tendremos que ir renovando cada cierto tiempo pero de esta forma tendremos la seguridad de que allí no crecerá nada de nada ni bueno ni malo, ojo tenemos que tenerlo en cuenta.
Vinagre
Cualquiera de sus variedades: de manzana, de vino o de sidra va a funcionar. El ácido acético del vinagre matará las hojas de la planta, pero no la raíz y funciona mejor en las plantas jóvenes, ya que éstas no tienen suficiente energía almacenada en las raíces para volver a hacer crecer sus hojas. Será un herbicida más potente si mezclamos un litro y medio de vinagre, el zumo de un limón, una cucharada de jabón para lavar platos y rociamos las malas hierbas con un pulverizador. La clave del éxito está en el sol ya que si es un día soleado será bastante más efectivo.
Harina de maíz
Este es el mejor herbicida para un huerto. Si esparces harina de maíz sobre la tierra, nada crecerá bajo ella, ya que actúa como una especie de “control de la natalidad” con las semillas. Lo mejor es esperar que germinen tus semillas para asegurarte que la harina de maíz no perjudique tu plantación. Arrancas las malas hierbas y esparces la harina, de esta forma te aseguras que no tendrás que quitar más hierbajo ya que sus semillas no brotaran.
Papel de periódico
Las malas hierbas se pueden sofocar con varias hojas de papel de periódicos colocadas sobre las zonas de donde las queremos eliminar. Encima puedes poner algo más de tierra para que no se vea el papel, pero lo cierto es que donde lo pongas, nada más crecerá ya que la ausencia de sol les impedirá germinar.
Mezclas letales
Si las malas hierbas del huerto o el jardín son especialmente fuertes y no mueren con la aplicación de uno de estos remedios naturales se pueden mezclar entre ellos para hacer un herbicida más potente.
Por ejemplo se puede mezclar sal y vinagre, con esta mezcla garantizaremos unos resultados muy rápidos pero a la vez durante un determinado lapso de tiempo no podremos plantar nada en el sitio donde lo utilicemos.
También se puede mezclar el agua hirviendo con la sal o el vinagre (o ambos) y obtendrás un depredador de malezas que dejará limpio tu jardín de malas hierbas.