Aquella madrugada del 13 de junio de 2002, millones de mexicanos vieron uno de los goles más bellos que la Selección Mexicana haya marcado en un Mundial, un cabezazo de Jared Borgetti ante Italia, que recordamos a 20 años.
Fue en el último partido de Fase de Grupos y el Tri ya estaba clasificado a Octavos de Final, pero buscaba terminar en el liderato del sector aunque enfrente estaba la siempre poderosa Azurra, en la Copa del Mundo Corea-Japón 2002.
El mítico Paolo Maldini, Christian Vieri, Francesco Totti y Alessandro del Piero eran sólo algunas de las estrellas que iluminaban la plantilla de la Selección italiana.
Por eso México sufría, no sabía cómo parar a su rival, que hasta marcó en los pies de Filippo Inzaghi, pero el gol fue anulado por un apretado fuera de lugar.
Entonces, al 34′, apareció Borgetti con un cabezazo en el área, girando lo más que pudo el cuello para poner del otro lado el esférico, ganándole la marca a Maldini.
«Yo diría raro porque es una situación que no entrenas, realmente esa opción no la entrenas, si haces un gol de chilena, sí, porque las entrenas; yo te diría que en ese momento fue simplemente una opción que me pasó por la cabeza», recordó Borgetti hace unos días sobre esa anotación.
Fue Cuauhtémoc Blanco quien vio el movimiento del atacante mexicano y le lanzó el balón al hueco.
«Cuando viene el pase hacia mí, el ver en qué posición estaba, que tenía que hacer, qué opciones tenía por hacer y qué decisión iba a tomar, en el transcurso que son 2 segundos, que llega el balón a mi cabeza», explicó Borgetti.
La escena sigue grabada en los corazones de los aficionados de la Selección Mexicana, pues mientras Jared corría eufórico para celebrar, el guardameta Gianluigi Buffon sólo caminó con el rostro desencajado hacia el fondo de las redes, para sacar el esférico.
Hasta el DT de la Azurra, Giovanni Trapattoni, miró su reloj preocupado, pues Italia aún buscaba su boleto a la siguiente fase.
Nadie lo creía, ni siquiera la afición en México que presupuestaban una derrota ante Italia.
El propio Borgetti también aceptó que deseaba que el arquero rival se hubiera lanzado siquiera para la foto, pero sabe que nadie esperaba ese remate.
«Aún se me pone la piel chinita al recordar la euforia en el estadio. Para muchos es el mejor (gol) de la Selección Mexicana en en Mundiales, para otros una obra de arte, para mí es un grandioso recuerdo que podría ver todo el día», escribió el atacante en su momento.
Después, el Tri pudo hacer el segundo, pero llegó Alessandro del Piero para lograr la igualada al 85′, un gol que Italia celebró casi como si hubiera ganado la Copa del Mundo.
Ni eso le quitó sabor a la actuación mexicana, que más allá de que estuvo por delante de la poderosa Azurra, le regaló a la afición uno de los goles más bellos del Tri en un Mundial, y que a 20 años de historia, aún hace vibrar a todo aquel que lo recuerda o lo mira una vez más.