El color azul, las líneas deportivas, y su agilidad en la carretera o pistas, fueron aspectos que posicionaron al deportivo francés Alpine A110, un vehículo que ganó popularidad en el mundo automotor en los años sesenta y setenta.
El desarrollo de este carismático modelo estuvo bajo el mando del diseñador italiano Giovanni Michelotti, quien tomó como base de inspiración al modelo A108, que fue el segundo auto de la marca.
Este vehículo biplaza fue fabricado sobre un chasis tubular con motor y tracción en la parte trasera y carrocería en fibra de vidrio, lo que le permitía no superar los 750 kilogramos de peso. Esta ingeniería lo hacía muy potente al momento de exigirlo.
Sus dimensiones lo hacían más bajo en la parte trasera, contaba con suspensión independiente en cada una de las ruedas y una transmisión de cuatro y cinco velocidades.
En cuanto a la motorización, el Alpine A110 inició en 1961 con un motor de 1.0 litros que generaba 55 caballos de fuerza. Posteriormente, fue mejorando su mecánica y evolucionó a motores de 1.5 y 1.6 litros con 140 caballos.
Este Alpine fue un automóvil muy competitivo en el mundo del rallismo, donde obtuvo su primera victoria en el rally de Lions de 1963. También ganó carreras de élite como el rally de Montecarlo en 1971.
El fin de la primera etapa del deportivo llegó en 1977 y su producción final en Francia alcanzó las seis mil 900 unidades vendidas. Cuarenta años después de su última edición, salió al mercado un homenaje de este respetable e inspirador automóvil.