Por Wendy Riojas
En su paso por Monclova, migrantes narran la pesadilla y el infierno que vivieron al cruzar por la selva del Darién, la ruta más intransitable y peligrosa de América Latina que separa a Colombia de Panamá y que es utilizada como un paso irregular de millones de migrantes.
Cuando se sienten fatigados, hambrientos o con golpes de calor, muchos migrantes agarran valor al recordar la Selva o el Tapón del Darién y referían: “Ya cruzamos la selva, los ríos, las montañas y los animales salvajes, el sol no nos hace nada, podemos caminar y cruzar el Río”.
Cabe mencionar que atravesar la selva puede tardar desde 5, 10, 15 días o más, el trayecto está plagado de montañas, precipicios, caídas continuas, súbitas crecidas de ríos y también deben cuidarse de los animales salvajes.
Durante el trayecto, los migrantes pueden llegar a cruzar al menos cuatro ríos en medio de la selva. Según testimonios de sobrevivientes, estos ríos tienen corrientes muy fuertes y a veces necesitan ayuda para lograrlo.
A la travesía se le suma la presencia de grupos criminales que asaltan para robar pertenencias e incluso la comida que llevan las personas para el camino. También hay grupos guerrilleros y paramilitares que se lucran del narcotráfico y el contrabando.
Y aunque contratan un guía, muchos mueren al atravesar el Río Muerte o las montañas, ya que, lo hacen acompañados de niños pequeños y a su vez, es difícil sostenerse, porque van débiles por el cansancio y el hambre.
Incluso Isidro León refería: “Hace 3 meses que pasamos por la selva y mis hijos aún tienen pesadillas, mi hija de 5 años antes dormía muy bien y ahora se mueve mucho, grita, se levanta y mi hija de 20 años dice ‘tengo pesadillas con la selva’”.
Y agrega: “Muchas personas se quedan en el camino, la situación es difícil, es subir montañas, pasar ríos, caminar todo el día sobre el lodo, dormir a la intemperie, correr peligro que te pique un animal, miles de cosas”.
Otros migrantes la describen con olor a muerto, ya que, observan cadáveres abandonados de migrantes que se quedan en el camino, que se los lleva la corriente, caen de una montaña, sufren violaciones, etc.
Una vez que han cruzado la selva del Darién los migrantes ven como poca cosa caminar 10 o 12 horas, sufrir los intensos rayos del sol o el hambre, ya que, refieren no es nada comparado a la pesadilla que vivieron en esta zona.
Incluso menciona que aprovechan los bajos niveles del Río Bravo, ante la sequía que se registra al Norte del País, para cruzar a Estados Unidos sin que represente mucho riesgo para mujeres o niños.
Wendy 50
La Selva del Darién está considerada como la más peligrosa e intransitable de América Latina.