La relocalización de las cadenas de suministro o nearshoring contribuirá a salvar a México de sufrir una recesión económica, pues representa una oportunidad de atraer inversión mundial, aseveró el banco HSBC.
Además de que ayudará a su crecimiento hacia 2023.
«Es probable que tengamos varios países de recesión porque en varios países el incremento de tasa que va a ser necesario para controlar la inflación puede generar recesión, en México no lo vemos, no tenemos un escenario central de recesión para México, no lo vemos, de verdad, no lo vemos. Vemos un crecimiento de 2 por ciento este año.
«En 2023 vemos un crecimiento mayor para México por varias razones: México está encadenado con la economía estadounidense y con las cadenas productivas mundiales, está recibiendo inversión del desplazamiento mundial, las cadenas productivas que están en otras partes del mundo van a venir a México y eso ya está pasando, eso hace que incluso en un escenario de menor crecimiento mundial México pueda seguir creciendo», declaró Nuno Matos, director global de Banca de Consumo de HSBC, en una visita a México.
México es el principal socio comercial de EU, tras desplazar a China hace unos años.
«El nearshoring no es una cosa pequeña, es brutal. México tiene proximidad con EU, no creemos que entre en recesión, es una posibilidad, pero no es el escenario central, tienes desplazamiento de cadenas productivas, además tiene una población muy joven», añadió.
Según HSBC, la inflación para el País al final de este año se visualiza en 7.5 por ciento, con un pico alrededor de octubre y una baja a partir de ahí.
¿Y la estabilidad financiera?
El Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (CESF) indicó que persisten riesgos globales para la estabilidad financiera del México, dados los ajustes en las posturas de política monetaria en diversas economías.
Y es que la coyuntura actual combina los efectos remanentes derivados de la pandemia, la situación geopolítica entre Rusia y Ucrania y persistentes presiones inflacionarias globales.
Ante ello, advirtió el riesgo de un debilitamiento en el consumo e inversión internos del País, así como de potenciales ajustes en las calificaciones crediticias soberana y de Pemex.
Además de que continúa el deterioro en las perspectivas de crecimiento de la economía nacional.