¿Por qué Blanche Monnier permaneció encerrada durante tanto tiempo y su familia la dejó caer progresivamente en el deterioro?

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Una chica de hermoso rostro y maneras delicadas es la protagonista de esta historia. Su nombre es Blanche Monnier y procedía de una familia rica y respetada de la ciudad de Poitiers, en Francia. De forma dramática y misteriosa Blanche desapareció durante 25 años. El caso recibió el nombre de “El secuestro de Poitiers”, nombre de la ciudad donde ocurrieron los hechos.

¿Pero qué pasó con Blanche Monnier y quién estuvo detrás de este terrible acontecimiento que le dio la vuelta a toda Francia? Los hechos ocurrieron de la siguiente manera.

Biografía de Blanche Monnier

Blanche Monnier, nacida el 1 de marzo de 1849 en Francia, era hija del matrimonio conformado por Charles-Emile Monnier y Louise Monnier, una pareja modelo en la ciudad. Blanche también tenía un hermano mayor, Marcel, que luego sería clave para entender el secuestro de su hermana.

Desde temprana edad, Blanche manifestó un comportamiento extraño, a tal grado que su madre la castigaba al meterla durante horas a un cuarto en completa oscuridad. El padre no se oponía a los castigos de su esposa, aunque no estuviera del todo de acuerdo con sus métodos.

La muchacha no solo manifestaba un comportamiento extraño sino que evidenciaba un estado de anorexia. Su deseo era ser monja, pero cuando intentó entrar a un convento, le dijeron que primero tenía que subir de peso, pues se le veía en extremo delgada.

Deterioro de su salud

Además de una anorexia visible, Blanche recibió uno de los golpes más duros de su vida: la muerte de su abuela en 1873. Ello desembocó en nuestra protagonista una serie de arranques de histeria que asustaban incluso a la servidumbre con la que convivía. Un médico le diagnóstico a Blanche demencia precoz.

Uno de los comportamientos más habituales de la joven era arrancarse la ropa y pasearse de esa manera por su casa, ubicada en el número 21 de la calle de la Visitation, incluso con las ventanas abiertas. La ubicación de su hogar era cercana a un camino frecuentado por estudiantes que se dirigían a la universidad, donde su padre era decano.

Muchos de los estudiantes se daban cuenta de la situación y aprovechaban para espiar a la chica. Esto avergonzaba en gran medida a Charles-Emile Monnier. Ello llevó a que las ventanas de la casa comenzaran a mantenerse cerradas la mayor parte del tiempo.

La misteriosa desaparición de Blanche Monnier

Las ventanas de la casa se cerraron de repente, con lo cual la gente dejó de ver a Blanche. Sin embargo, no solo eso: la chica dejó de aparecer por la calle y en los eventos sociales a los que su familia solía asistir con frecuencia.

Nadie volvió a verla por ningún lado. Cuando los vecinos y conocidos de los Monnier preguntaban por la joven, daban respuestas evasivas y se les notaba incómodos. Argüían que Blanche se encontraba en un internado inglés. Con el tiempo, la presencia de la chica fue cayendo en el olvido.

En 1882, Charles-Emile Monnier falleció. La situación en la casa familiar comenzó a ser mucho más tensa para Blanche, quien quedó a merced completamente de su exigente madre con quien no llevaba una buena relación.

La única persona con la que Blanche tenía una relación cordial era Marie Fazy, criada de la casa, quien atendía a la joven en sus necesidades más básicas. Pero con la muerte de la mujer, la atención a Blanche, que ya era mínima, prácticamente dejó de existir. Los años se fueron acumulando y Blanche vivía en el olvido familiar.

La carta que dio a conocer la historia de Blanche Monnier

El 23 de marzo de 1901, el fiscal general de Poitiers recibió una carta anónima con el siguiente mensaje:

“Señor fiscal general: tengo el honor de informarle de un suceso excepcionalmente grave. Me refiero a una mujer soltera que está encerrada en la casa de la señora Monnier, medio muerta de hambre y que ha vivido los últimos 25 años en un lecho putrefacto. En una palabra, en su propia inmundicia”.

La familia Monnier disfrutaba de una excelente reputación en la ciudad. Pero la acusación es tan grave que el comisario jefe decidió mandar a tres agentes a visitar el número 21 de la calle de la Visitation.

Un encuentro escalofriante

Cuando los agentes llegaron al domicilio, lo primero que notaron fue que de la planta alta emergía un olor bastante desagradable. Pidieron acceso a Louise Monnier para revisar la casa. La mujer les dijo que podían hacerlo, pero que no podían penetrar a ninguna de las habitaciones.

Los agentes sospecharon de la actitud de la viuda. En contra de la voluntad de la dueña de la casa y de su hijo que la acompañaba, subieron y llegaron hasta la puerta de la habitación de donde procedía aquella peste.

Los agentes forzaron la puerta y entraron.

Lo que vieron los heló la sangre.

El triste hallazgo de una mujer cautiva por más de 20 años

Vieron a una joven en completo estado de inanición, acostada sobre una cama. Su cuerpo huesudo apenas estaba cubierto por una vieja manta. Las ventanas selladas impedían el paso de la luz a la habitación. Uno de los agentes relató la experiencia de la siguiente manera en un informe especial:

“La mujer parecía sufrir una malnutrición extrema. Estaba tumbada, completamente desnuda, en un colchón podrido. La rodeaba una costra de excrementos y restos de comida… Vimos también que había bichos recorriendo la cama de la señorita Monnier. El aire de la habitación era tan irrespirable que nos resultó imposible seguir investigando”.

Blanche Monnier llevaba viviendo en esas condiciones 25 años. A sus 52 años de edad apenas sobrepasa los 20 kilos de peso y su debilidad es evidente. Fue trasladada a una clínica de la localidad para recibir atención médica de inmediato.

La fotografía de la señorita Monnier al momento de que la encontraron evidencia el estado en el que vivía encerrada en su casa.

Louise Monnier, la gran responsable del cautiverio de su hija

La madre de Blanche fue detenida luego del hallazgo de su hija. Sin embargo, antes de que pudiera ser enjuiciada, falleció de un problema del corazón. Entonces toda la atención de la audiencia se centró en el hermano de Blanche, Marcel, quien vivía enfrente de la casa donde la joven estuvo cautiva.

En el primer juicio, Marcel fue condenado a 15 meses de prisión por “complicidad en actos de violencia”. Sin embargo, en una apelación, un mes después fue absuelto. A pesar de ello, tuvo que cambiar su lugar de residencia debido a la indignación pública en su contra.

Blanche Monnier fue internada en un hospital psiquiátrico durante más de diez años, donde murió en 1913 a la edad de 64 años. A nivel físico logró restablecerse; no ocurrió lo mismo a nivel psicológico.

¿Qué hay detrás del encierro de Blanche Monnier?

Una familia que somete a un suplicio de tal magnitud a uno de sus miembros es algo totalmente desconcertante. En el caso de Blanche Monnier se dice que una de las posibles causas de que su familia la encerrara de tal manera es una historia de amor, pero también de enemistades políticas.

Antes de su encierro la joven tuvo a numerosos pretendientes: uno de ellos un abogado protestante e hijo de un republicano: Victor Calmeil. La familia Monnier era católica y monárquica.

Charles-Émile Monnier perdió su puesto como decano de Letras de la Universidad de Poitiers en 1877, año en que ocurrió una grave crisis política entre republicanos y monárquicos, que terminó con la victoria de los primeros.

Entonces los Monnier detestaban todo lo que tuviera que ver con ellos, incluyendo al pretendiente de su hija.

Otras fuentes afirman que la aprobación del matrimonio no se produjo debido a las diferencias de edad entre ambos: ella tenía 24 años y él 38. También corren los rumores de que Blanche quedó embarazada de Víctor. El bebé nació, pero su madre lo mató y lo enterró en su propia casa.

Grandes enigmas

Lo cierto es que en esta historia se combinaron diversos hechos: los problemas mentales que Blanche cargaba desde pequeña y los descuidos de su familia que la dejaron caer en un deterioro total. Quizás la vergüenza de que la ciudad se enterara de la salud física y mental de la joven los llevó a cometer este acto irracional.

El gran misterio del caso es quién envió aquella carta anónima al fiscal general de Portiers con el que se di a conocer el cautiverio de Blanche Monnier. Hasta la fecha la pregunta sigue sin respuesta.