El Gobierno de la Ciudad de México enviará una iniciativa al Congreso capitalino para que los Institutos Rosario Castellanos se conviertan en universidades.
Además indicó que se abrirá una convocatoria para que los maestros participen en un concurso mediante el cual serían basificados y anunció un nuevo plantel para 2023.
Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno, explicó que al pasar de institutos de educación superior a universidades, se busca asegurar su funcionamiento sin importar el Gobierno en turno y dar más beneficios al personal, desde plazas permanentes hasta seguridad social.
“Se le da más atribuciones y precisamente estamos evaluando la característica institucional, si es organismo desconcentrado y centralizado, qué características debe tener, se está evaluando en este momento y se estaría enviando en septiembre la iniciativa para que pueda ser aprobada en el siguiente periodo de sesiones”, dijo Sheinbaum.
“Va a haber plazas para los profesores. Se va a fortalecer como un sistema educativo que tenga su propia vida, que no requiera necesariamente de la tutela permanente del Gobierno, o de que llegue un nuevo Gobierno y que vaya desaparecer el Instituto”.
Se prevé ofrecer unas 300 plazas de tiempo completo y 300 plazas de medio tiempo, así como una cifra indeterminada de plazas de asignatura.
La Mandataria capitalina adelantó que se construirá un nuevo plantel del Instituto Rosario Castellanos para que comience a operar a partir del segundo semestre de 2023.
Afirmó que será de los planteles más grandes y detalló que se construirá en un edificio que era utilizado por el Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica (InDRE) y que, aseguró, fue abandonado por la Secretaría de Salud federal tras registrar problemas estructurales por el daño sufrido en el sismo del 19 de septiembre de 2017.
“Le fue entregado al Gobierno de la Ciudad y tomamos la decisión de que ahí fuera un plantel de la Rosario Castellanos“, indicó la funcionaria.
El nuevo plantel tendrá un costo de 150 millones de pesos, cuya construcción estará a cargo de la Secretaría de Obras de la CDMX.
“Se va a quitar el último piso, para que no tenga problemas estructurales y ya se está interviniendo, de hecho, para que pueda quedar para el próximo año (…) de tal manera que la nueva generación que entra en septiembre ya pueda estar utilizando este nuevo plantel”, abundó.