La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) puso fin a la colaboración con su homóloga Roscosmos, para enviar un robot europeo a Marte a bordo de una nave rusa.
La Jornada
El Consejo de la ESA se dirigió a la misión Robot ExoMars y Plataforma, encarnada en el artefacto Rosalind Franklin y el transbordador Kazachok, debido a que prevalecen “la guerra con Ucrania y las sanciones resultantes”.
Como consecuencia, el consejo ordenó al director general de la ESA, Josef Aschbacher, terminar oficialmente la cooperación.
En una conferencia de prensa, que se realizará el 20 de julio, se propondrán nuevas ideas sobre el camino a seguir con otros socios, y los detalles se darán a conocer próximamente, informó Aschbacher en su cuenta de Twitter.
En respuesta, el director de Roscosmos, Dimitry Rogozin, en su canal de Telegram señaló: “¿Ha pensado el jefe de ESA en el trabajo de miles de científicos e ingenieros en Europa y Rusia? ¿Está preparado para responder por sabotear una misión conjunta a Marte?”
Añadió: “Yo, a la vez, ordeno a nuestra tripulación en la Estación Espacial Internacional que deje de trabajar con el manipulador europeo ERA”. Se trata del brazo robótico de fabricación europea que está instalado en el exterior del nuevo módulo ruso Nauka de la central.
Por otro lado, la agencia europea lanzó este 13 de julio el cohete Vega-C. El cohete despegó a las 13:13 UTC desde el centro de lanzamiento de Kourou, en Guayana Francesa.
En su vuelo inaugural, la nave de la serie Vega transportó al espacio el Lares-2, un satélite desarrollado por la Agencia Espacial Italiana, así como seis Cubesats.
