Keith Raniere prometió un camino hacia la felicidad y sedujo a personas ricas que sentían que carecían de un propósito superior en la vida. Su compañía, NXIVM, ofreció talleres de superación personal que se hicieron populares en Hollywood y en círculos empresariales.
Pero debajo de la superficie, Raniere era un titiritero que controlaba una empresa criminal de culto, revelaron los fiscales en su juicio. Algunas mujeres de NXIVM fueron abusadas sexualmente por Raniere e incluso fueron marcadas con sus iniciales durante ceremonias secretas.
Este martes, Raniere, ciudadano estadounidense de 60 años, fue sentenciado a 120 años de prisión -efectivamente a cadena perpetua- por tráfico sexual, entre otros cargos.
La sentencia, dictada en un tribunal federal de Brooklyn, Nueva York, sucedió después de horas de testimonios desgarrados de 15 víctimas, muchas de las cuales describieron cómo Raniere las había dejado traumatizadas y cómo seguían en la lucha por recuperarse.
Una de las testigos, identificada como Camila, fue la primera en hablar. Con voz temblorosa, la mujer recordó la fecha en la que Raniere abusó sexualmente de ella: 18 de septiembre de 2005.
En ese entonces, ella tenía 15 años y él 45.
Raniere, narró la mujer, insistió en que ambos reconocieran dicha fecha como su aniversario.
De acuerdo con Camila, la relación duró 12 años, a lo largo de los cuales Raniere esperaba que ella estuviera disponible para tener relaciones sexuales a todas horas. El fundador de NXIVM le ordenó que pesara menos de 45 kilogramos y le indicó que se hiciera un aborto.
Camila aseguró que intentó suicidarse una vez.
Otra víctima, India Oxenberg, contó al tribunal que Raniere intentó envenenar su relación con su madre, la actriz Catherine Oxenberg, cuyos esfuerzos por sacar a su hija de la organización fueron parte de una serie documental reciente de HBO sobre NXIVM llamada «The Vow».
Por otro lado, ex miembros de NXIVM afirmaron que Raniere y su círculo íntimo se aprovechaban de personas inseguras que esperaban que sumergirse en costosas clases de autoayuda desbloquearía para ellos la clave de la realización.
Incluso, se documentaron casos de personas de alto nivel educativo que quedaron atrapadas dentro del sistema de Raniere, quien les vendió su mecanismo como la única forma de superar sus miedos y utilizaba métodos de humillación para cualquiera que intentara abandonarlo.
Un jurado condenó a Raniere en junio de 2019 después de un juicio de seis semanas. Los fiscales lo acusaron de crimen organizado bajo un estatuto que se había utilizado para desmantelas a las familia de la mafia en Nueva York.
Además del tráfico sexual, el jurado lo declaró culpable de delitos como la pornografía infantil, trabajo forzoso, robo de identidad y obstrucción de la justicia.
