Tras pelear el más difícil de sus combates, que fue de vida o muerte, la boxeadora mexicana Alejandra Ayala por fin está en casa.
Fueron más de dos meses, a 8 mil 300 kilómetros de distancia de Tijuana y de su gente, pero la “Fénix” ya se encuentra en la ciudad fronteriza para poco a poco retomar su vida.
La peleadora tricolor fue noqueada el viernes 13 de mayo en el The SSE Hydro de Glasgow, Escocia, en el décimo round del duelo contra la británica Hannah Rankin.
En ese pleito estuvieron en juego los títulos mundiales de peso Superwelter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y la Organización Internacional de Boxeo (IBO).
La derrota fue lo de menos. A Ayala le fue diagnosticado un hematoma subdural y tuvo que ser sometida a dos cirugías en el cerebro en el Queens Elizabeth University Hospital de Glasgow, y luego salió de un coma inducido como si fuera una campeona.
Luego de este duro episodio, el fin de semana pasado aprovechó para reunirse con su gente del boxeo y también visitó a amistades.
“Alegría estar con los hombres que siempre han sido parte de mi equipo en Tijuana. Sigo con la felicidad al 100”, contó Ayala (14-6, 8 KO’s) tras reunirse con la gente que la aprecia.
La boxeadora de 33 años de edad seguirá ahora con rehabilitación física, y lo hará en la Clínica Fisiofit Health and Sports de la ciudad fronteriza, donde se ha tratado antes la propia Alejandra y también acuden peleadores de la talla de Jackie Nava y Jaime Munguía.
“Ya empezamos con la terapia muscular. Fueron excelentes antes de mi última pelea y lo son ahora bajo circunstancias diferentes”, señaló Ayala, quien ya había iniciado su proceso de rehabilitación desde Glasgow.