Médicos pasantes, residentes y especialistas en busca de mejores condiciones de seguridad protestan frente a Palacio Nacional.
«¡Un médico muerto no salva vidas!», fue el grito que repitieron al llegar al primer cuadro de la Ciudad de México.
Con sus uniformes y cartelones marcharon del Monumento a la Revolución hasta llegar al Zócalo.
Su trayecto fue en silencio, y lo rompieron solo en algunas paradas para contar sus testimonios y demandas.
Funcionarios del área de Atención Ciudadana, recibieron el pliego petitorio que fue dirigido al Presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, al titular de la Secretaría de Salud, Jorge Alcocer y al de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.
Entre las demandas dirigidas a estas autoridades están la cancelación de las plazas en zonas rurales que hayan tenido una denuncia o incidencia de violencia, que tengan por lo menos un apoyo económico similar al de Jóvenes Construyendo el Futuro al aseverar que el apoyo de los médicos pasantes es a veces de menos de mil 500 pesos al mes.
Además, el correcto abastecimiento de insumos, un protocolo ante amenazas o acoso o violencia elaborado en coordinación con autoridades universitarias y representantes de los médicos.
Así como un comité nacional permanente para atender quejas o denuncias por violencias, y vigilancia permanente nocturna en los centros de atención de salud sobre todo en las zonas rurales o con altos niveles delictivos.
Daniela, quien realiza su servicio social en la Ciudad de México, acudió con su sobrino de 10 años, quien sueña con ser médico.
«Lo hago por mí, lo hago por él, porque elegir siempre médico no ponga en peligro su vida, ni la de las próximas generaciones», refirió la mujer de 24 años.
Antonio Aguirre, médico general y miembro del colectivo de Médicos en Formación, reprochó que las autoridades gubernamentales no han sido capaces de dar una solución a esta problemática denunciada por muchos años.
Reclamó que se les vea como mano de obra barata y no como personas que buscan servir a su País.
«El objetivo de esta marcha es darle seguridad a los compañeros pasantes que actualmente se encuentran realizando su servicio social y que no se vuelva a perder una sola vida en sus funciones», expuso.
El originario de Chihuahua indicó que a él y a sus compañeros les ha tocado vivir en carne propia la violencia en una de las entidades que consideró más violentas para ejercer esta profesión.
«En lo personal me han tocado casos en los que mientras estamos haciendo una brigada médica, llega algún grupo delictivo y nos dice ‘¡váyanse de aquí, no pueden estar trabajando en esta área!’, era una simple brigada médica», lamentó.
«(Eran) personas armadas, con armas largas amenazan, nos apuntan».