Giovanni, de 32 años, murió cerca de su casa en la Merced.
Al verlo tirado, ya muerto, sus familiares lo cubrieron de la lluvia con una lona azul y con una sombrilla grande.
También, unas mujeres usaron escobas para deshacer los charcos que se formaban a un lado de su cuerpo, en la esquina de las calles Ixnahualtongo y Cuitláhuac.
«Hasta crees que ese güey se va a quedar así se va a vengar, vas a ver», le dijo un vecino a otro, mientras miraban el cuerpo a lo lejos.
Algunos de sus vecinos aseguraron que se dedicaba a asaltar y a «terrorear».
En esos momentos solo era un rumor que un policía le había disparado pero más tarde, eso se confirmó.
Según la versión oficial, Giovanni usó un cuchillo para asaltar a un señor, de 77 años, y con el mismo, hirió en la mano a un policía.
«Al ver en riesgo su vida, el policía realizó un disparo y lesionó al sujeto de aproximadamente 32 años de edad los paramédicos que acudieron al sitio diagnosticaron al posible agresor sin signos vitales por herida de arma de fuego», indicó la Policía.
El agente y su arma de cargo quedaron a disposición del Ministerio Público y mientras tanto, los familiares de Giovanni reconocieron su cuerpo en el asfalto.