Usuarios del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) urgieron a rehabilitar la Terminal 2 (T2), que presenta problemas de hundimiento, y no sólo augurar un futuro trágico de la estructura, como previó el miércoles el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
«Ya sabemos que se hunde, como toda la ciudad, y también sabemos que se destinan millones anuales para su rehabilitación, entonces si ya es tiempo de una obra mayor, pues que se haga, el tiempo que tarde, y no decir que va a colapsar», consideró Inés Luna, una pasajera frecuente.
«Que arreglen (el AICM), pero no voy a ir al AIFA (Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles) ¿eh? Que lo reparen, el tiempo que se tarde, para eso se paga TUA (Tarifa de Uso de Aeropuerto) y para eso hay presupuesto ¿no?», lanzó Luna, quien viajó ayer a Chicago.
Carlos, otro usuario, se mostró escéptico ante un posible colapso de la T2, pero también demandó que sea rehabilitado como ocurre con cualquier aeropuerto internacional.
«No creo que colapse, pero como todo, hay que darle mantenimiento, sería esa la solución, para eso se gastan millones, cada aeropuerto del mundo tiene su presupuesto anual, pues que se ocupe, no veo problema, porque la verdad ir al AIFA, no, allá no», consideró el pasajero, quien voló con su familia a Tijuana.
Cerrar la terminal, como se planteó hace unos días, no sólo afectaría a usuarios y aerolíneas, sino también a los comercios, que serían los primeros en resentir el impacto económico, alertaron trabajadores.
«¿A dónde nos van a mandar, pues a ningún lado, nos quedaríamos sin trabajo», advirtió Lupita, empleada en un restaurante.
Grupo REFORMA publicó ayer que de acuerdo con analistas es exagerado considerar que la T2 está en riesgo de derrumbe, pues desde sus inicios se sabe que tiene problemas de hundimiento por las condiciones del terreno en donde fue edificada, los cuales dejaron de ser atendidos por diversas administraciones del AICM.
En un recorrido realizado ayer por dicha terminal se observaron fisuras visibles en su fachada debido al constante hundimiento del edificio principal, con respecto a la glorieta de ascenso y descenso de pasaje.
El cambio súbito de velocidad de tercera a primera, de los autos que suben la rampa a la T2 para descenso de pasajeros, no es casualidad.
La falla estructural provoca un bache que hace brincar a los autos.
En el estacionamiento ya se asoma el drenaje de la estructura original y deja ver un desfase de hasta más de un metro.
También es visible la separación de las estructuras del estacionamiento y la terminal principal.
«Lo dejaron caer, es un desastre, hubo obras inconclusas por años, mira cómo ya se asoman los tubos del agua en el pasillo (que lleva a la terminal de camiones foráneos), las escaleras dizque provisionales ante la elevación de un edificio a otro ya son permanentes, les valió», se quejó don Rodrigo, un taxista veterano en esta terminal.
«Hay aeropuerto para rato, nomás que se quieren gastar una lana, ya sabes. Vienen las elecciones, siempre sucede, al final de los sexenios vienen las grandes obras. Ya nos la sabemos», opinó.
Por su parte, un trabajador que da mantenimiento de albañilería indicó: «Si te fijas ahora para pasar de la glorieta al edificio son unos seis metros, cuatro más que en 2019, se tuvieron que poner tensores y un piso falso, ya nada de concreto, para qué, ahora cada año se ‘estirará más el tensor ‘, la separación ya es muy pronunciada».
«Hay tubería que era subterránea afuera, en los pasillos la loza que se fractura continuamente, los trabajos de remoción no se acaban», añadió.