La de los Huipas es una de las pocas historias sobre asesinos seriales que matan en grupo. Conoce esta historia de incesto, venganza y sangre.
Muy Interesante
La venganza tiene alcances trágicos. A finales de 1940, un grupo de hombres horrorizó una pequeña comunidad Yoreme en Huatabampo, Sonora, México. Esta historia tiene como protagonistas a Eusebio Yocupicio, Adelaido Huipas, Basilio Humo y Leonardo Yocupicio, quienes fueron los integrantes de Los Huipas, uno de los escasos grupos de asesinos seriales conocidos en nuestro país.
Estos hombres eran primos en primer y segundo grado. Pertenecían al grupo étnico mayo. Quienes conforman este grupo étnico se conocen como “yoremes”. Casi todos se encuentran ubicados en los estados de Sinaloa, Sonora y Durango.
Sin embargo, esto no es lo más llamativo del caso, sino que los primos mantenían una relación incestuosa. A causa de los prejuicios e intolerancia fueron objeto de burlas de quienes conocían su secreto. De manera paulatina se les marginó y señaló en su comunidad.
Pero en la vida, todo tiene un límite. Guiados por la rabia y la impotencia, los primos comenzaron a asesinar a quienes arremetían en contra de sus preferencias sexuales.
Los crímenes de los Huipas
Eusebio fungía como el líder de este grupo de asesinos. Él se encargaba de organizar los días más adecuados para llevar a cabo su venganza y la manera en que lo harían. Podemos decir que se trataba de un grupo de asesinos organizado que actuaba de manera meditada.
Mediante engaños, llevaban a sus víctimas a zonas aisladas de la comunidad (casi siempre una cabaña). Diversas fuentes afirman que los Huipas solían golpear y apuñalar a sus víctimas. Enseguida procedían a castrarlas y conservar las pieles y órganos sexuales.
Otras versiones van más allá y sugieren que con las pieles fabricaban bolsas donde guardaban objetos de uso personal para supuestamente realizar brujería. El caso tiene diversos detalles que van entre la realidad y la fantasía.
El arma más frecuente con la que ultimaban a sus víctimas era un marro de mezquite. Se habla de que también asesinaron a mujeres, a quienes les cortaban los senos como método de castigo.
La comunidad contra los Huipas
Los Huipas rompieron la tranquilidad de la comunidad al asesinar en el interior de la misma. Ello hizo que, hasta cierto punto, sus asesinatos fueran muy evidentes. Sin embargo, en un principio las desapariciones quizás se vieron como producto de la migración, lo que permitió actuar a los asesinos bajo cierto cobijo. Pero no por mucho tiempo…
Las pistas y rumores apuntaban a que los primos eran los culpables de muchas de las desapariciones que se registraron en la comunidad. Finalmente, todo llegó a su fin.
Cuando un hombre llamado Vicente Buitimia desapareció, su padre se enteró de que el último hombre con quien se le vio a su hijo era uno de los Huipas. Con rapidez, avisó a la policía municipal. Eusebio Yocupicio, Adelaido Huipas, Basilio Humo y Leonardo Yocupicio fueron detenidos el 13 de abril de 1950.
La sentencia
Los primos terminaron confesando sus crímenes, unos siete en total. La condena: sentencia de muerte. Sin embargo, esta práctica se abolió en México y los Huipas se salvaron. Por supuesto, ello no evitó que la justicia les perdiera la vista.
Se sentenció a los primos a cumplir una condena de 30 años en prisión. Lo último que se supo es que Eusebio y Basilio murieron en la cárcel, a causa de tuberculosis, y Leonardo y Adelaido salieron libres luego de cumplir su condena.
Esta historia no ha sido del todo documentada por la crónica negra del país. De las pocas bibliografías que existen podemos destacar el libro El principio de una pesadilla (Bette Tenkutaieyo), de la escritora yoreme Emilia Butimea, escrito originalmente en lengua mayo.
Los Huipas son considerados como los primeros asesinos en serie de origen amerindio en México.