Por Wendy Riojas
Uno de los personajes más emblemáticos de la Ciudad es Lorenzo Rodríguez Castillo, mejor conocido como el “Tío”, un hombre delgado, de tez morena, que diariamente recorre las diferentes colonias del sector sur de la Ciudad a bordo de su carreta para vender yukis y fruta a la ciudadanía.
El pasado miércoles 10 de agosto, el ‘Tío’ cumplió 99 años de edad, de los cuales, casi 70 años se ha dedicado a la venta de yukis y vasos de fruta en la Colonia Praderas, Calderón, Fraccionamiento Monclova, Obreras, Mezquital del Valle, Fraccionamiento los Álamos, entre otras.
La gente lo puede observar a bordo de su carreta de color amarillo, tirando de su inseparable burro ‘Gabino’ mientras la gente le grita ¡Tío!, ¡Adiós Tío!, y él grita ¡Hay Yukis!, y los saluda amablemente con su mano.
En entrevista con LA PRENSA al exterior de su domicilio ubicado en la Calle 8 de la Colonia Calderón, mencionó que se siente muy afortunado y agradecido con las muestras de cariño de la ciudadanía, de todas las generaciones.
Y declara: “Ay padre mío, veo el cariño de la gente, los niños, las jovencitas, los señores, las señoras válgame Dios, gracias a mi padre Creador, (llora) aunque no me compren, pero, yo me siento tan feliz”.
Y revela: “Van pasando y gritan ¡Tío, Adiós! y claro, le da a uno gusto, se siente uno contento, pero, nuestro padre Jehová Dios nos da salud y vida para cumplir 99 años. Yo siempre le he pedido a mi padre Dios”.
Y agrega: “He estado siempre con él y él conmigo, él me ha dejado trabajar y luchar por la vida, ¿Qué más le pido a mi padre? que me ha dejado por este tiempo, porque ya voy para los 100 años, gracias al señor, aquí me tiene y aquí estoy, si mi padre Celestial me dice ‘Vente, me voy”.
Revela que tiene más de 60 años vendiendo Yukis en la Ciudad, incluso, que las personas que lo detienen en la calle le dicen: ‘yo le compraba yukis de niña y ahora soy abuela’ o ‘ya tengo 40 o 50 años’.
Y menciona: “Me siento muy contento con la humanidad por tanto cariño, hace tiempo había una muchachita que se llamaba Margarita, estaba pequeñita y ella me empezó a decir ‘tío’ porque hacían fila”.
Y aunque admite que está difícil la venta-por las altas temperaturas y el sol-revela que no se desalienta y sigue al pasito, recorriendo las diferentes calles del sector sur de la ciudad en espera de clientes.
Y recuerda: “En aquel tiempo vendía barra y media de yuki, a puro cepillo, ahora ya tienen molinos para vender el hielo pero, ahorita está muy fregada la cosa, el calor esta fuerte y no sale la gente”.
A pesar del calor, el sol, el frío o la lluvia, el ‘tío’, sale en su carreta con su burro Gabino a recorrer la ciudad, sin embargo, dice no tener dolencias, ni enfermedades, solo debilidad visual y poca pérdida del oído.
En la entrevista, declaró: “Yo siempre he trabajado. No crea que porque estoy cansado no voy, ya entrando al trabajo se calientan los nervios. Y si me siento cansado, pero, yo sigo mientras pueda, así es la vida”.
Y hace referencia al dicho que dice ‘de su trabajo a la casa nada le pasa’, por lo que revela que de recorrer las diferentes colonias de la ciudad se dirige a su casa a descansar en la Colonia Calderón en Monclova.
Respecto a las nuevas generaciones menciona: “El trabajo si cansa, pero se pone uno contento y muchos aunque puedan no lo hacen y está juventud en lugar de trabajar andan tomando, y ahí pierden”.
El Tío refiere que es originario de “el pocito” en San Luis Potosí, donde tallaba palma y lechuguilla y trabajaba en una Mina de azogue, sin embargo, fue traído a Monclova, Coahuila, por familiares de su esposa.
Actualmente recibe el gran apoyo de sus hijas, ya que, en matrimonio con la señora Bonifacia Pecina González (quien falleció en diciembre del 2021) tuvo 10 hijos, de los cuales, 7 aún permanecen con vida.
Sus familiares decidieron celebrar sus 99 años con una misa en la parroquia San José Obrero, y posteriormente en su domicilio ubicado en la Colonia Calderón, donde convivieron en familia y agradecieron a Dios por brindarle vida y salud.