A pesar de la exención en el pago de permisos de operación, solo 12 vendedores de flores se colocaron a las afueras de los panteones “San Nicolás de Tolentino” y “San Ignacio”.
Si bien se esperaba que, al cierre de la semana, la actividad comercial y las visitas al camposanto fueran en aumento, la pandemia y la crisis económica ensombrecieron la conmemoración del “Día de Muertos”.
Hasta el año pasado, un total de 120 oferentes – entre floristas y ambulantes- tramitaron el permiso para operar en ambos panteones, sin embargo, la cifra cayó de manera notable y, el día de ayer, fueron solo 12 los vendedores interesados en ambos inmuebles.
“Nosotros nos instalamos porque ya teníamos la flor lista, y teníamos la esperanza de que hubiera un poco más de movimiento, pero no es así. Ahorita llevo unos mil pesos vendidos, pero es nada porque la inversión que hicimos fue de más de diez mil pesos”, explicó Antonio Estrada, uno de los oferentes instalados en “San Nicolás de Tolentino”.
María del Carmen Rodríguez, otra de las comerciantes, explicó que “buscamos hacerle la lucha, y ya lo que salga es ganancia. Sí nos preocupa, pero sabemos que la crisis está por todos lados”.
Algunos de estos vendedores regresarán el 3 de noviembre para intentar comercializar la flor que aún esté en buenas condiciones.
“Para nosotros todavía es más complicado porque la flor es natural, y hay que buscar venderla lo antes posible”.
Las pérdidas no son solo para los comerciantes, ya que la administración municipal dejó de recibir cerca de 50 mil pesos por concepto de permisos de operación que se captaban en forma anual.